En Foco, Ojo de la Aguja, Opinión

¿Qué es el amor?

Todo lo que necesitas es amor», cantaban los Beatles en su clásico «Yellow submarine». Pero, ¿qué es el amor? ¿Es lo mismo que «sexo», o es el sexo una expresión del amor, su sirviente?

 

Nigel Pocock

 

¿Qué quiso decir el gran profeta de hace 2000 años cuando afirmó que «no había venido para ser servido, sino para servir»?

¿Es esto «amor»?

El discípulo del profeta escribió que “el amor no insiste en su propio camino”, y lo más duro de todo, como dijo su maestro: «Amad a vuestros enemigos y bendecid a los que os maldicen».

¿Es, pues, el amor el más duro de los caminos? ¿Afrontar la realidad en su nivel más profundo, no negarla, sino «morder la bala», como se suele decir, y aun así ser capaz de buscar el interés superior del otro?

¿El «interés superior» plantea una pregunta? ¿En qué términos? ¿Los míos, los tuyos o los de Putin? ¿Siembra no amor, sino odio multigeneracional y trauma de aquellos a los que conquista mediante una violencia incalificable? ¿Qué significa «amor» en este contexto? ¿Cómo puede alguien amar a semejante mentiroso y asesino de masas? ¿Qué significa ese «amor»?

Ese amor es el más duro de los caminos. No tiene nada de romántico.

Paradójicamente, el amor de Putin por Rusia es una fantasía romántica, un amor por su propia fantasía de poder, por un pasado idealizado.

Los psicólogos podrían comentar los motivos internos de Putin, su infancia, su sexualidad machista y sus nociones de una autoestima superalta, por desgracia, una autoestima profundamente amenazada y frágil, que dejará miles de muertos.

Otros, psicólogos de la personalidad, comentarán su personalidad de tipo «p» (psicótica). Despiadado, egocéntrico, impasible, el estafador del mundo. Todos forman parte de la ecuación, pero ¿son una excusa? Él y sus secuaces saben que mienten, saben que los demás saben que mienten, pero aun así persisten en su farsa.

Ser personalmente consciente de sus objetivos y de los medios con los que los está llevando a cabo significa que Putin es responsable y tiene que rendir cuentas.

¿Qué significa, entonces, «amar» a Putin, como nos pedía el profeta? ¿Ser un «servidor», pero no un mendigo? Esto será diferente para cada persona. Pero, en primer lugar y ante todo, significa decir la verdad lo mejor que podamos.

Debemos desenmascarar (como muy bien dijo Scott Peck) al «pueblo de la mentira». Esto le costó la vida al profeta. A algunos de nosotros también nos costará. «El amor no busca su propio camino». No es un matón. Pero al tratar de proteger a los que son intimidados, debemos decir la verdad. Él vino «no para ser servido, sino para servir», y nosotros también debemos hacerlo. De hecho, amar a Putin es desengañarle, decirle lo que no quiere oír.

(Traducido por Monica del Pilar Uribe) – Fotos: Pixabay

Share it / Compartir:

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*