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Assange encarcelado: ataque a la dignidad humana y a la prensa

Esta es la historia de cómo la CIA de Estados Unidos frustró el plan de liberación del fundador de WikiLeaks. Todo está contenido en un video que ha dado la vuelta al mundo.

 

Julian Assange. Foto de Dedevanderroove / Flickr.  Creative Commons License.

Teodoro Rentería Arróyave

 

En ese video, publicado por el diario El País, se revela el calvario que el fundador de Wikileaks, Julian Assange, vive desde hace una década, desde que Washington empezó a perseguirlo por dar a conocer documentos del Departamento de Estado.

Esos textos demuestran las atrocidades de que son capaces sus agencias de investigaciones, su aparato de justicia y funcionarios federales en los que destaca el expresidente de la derecha extrema, Donald Trump.

El periodista Carlos Martínez habla sobre esos cuatro días en que Julian Assange estuvo a punto de ser libre en 2017, tiempo en que se hallaba refugiado en la embajada de Ecuador en Londres.

Su abogado, Baltasar Garzón, había negociado con el gobierno ecuatoriano su salida, pero todo estaba vigilado día y noche, principalmente por los trabajadores de la empresa de seguridad de la embajada, la española UC Global, y agentes estadounidenses.

Martínez afirma que nada volvió a ser igual ni para Assange ni para los servicios secretos norteamericanos después deque The Guardian diera a conocer cables de WikiLeaks, 400 mil informes secretos sobre la guerra de Afganistán, un reporte sobre las torturas que Estados Unidos permitió en la guerra de Iraq y en Guantánamo, y  por qué la CIA y el ejército norteamericano son objeto de las investigaciones de WikiLeaks y que sacuden la política internacional.

El 16 de diciembre de 2017 el equipo de defensa encabezado por Baltasar Garzón en una reunión con el entonces cónsul de Ecuador Fidel Narváez, encargado de la embajada durante las vacaciones del embajador, fija la estrategia de salida de Julian Assange.

Consistía básicamente en otorgarle la nacionalidad ecuatoriana, y  luego convertirlo en diplomático para que pudiera gozar de inmunidades entonces.

Señala Martínez que él fue responsable de comunicar esa decisión a los británicos formalmente dentro de la convención de Viena sobre relaciones diplomáticas: si un agente diplomático es nombrado en un tercer estado en el tránsito entre el Estado en el que se encuentra y supuesto diplomático, los países por los que pasan tienen que reconocerle la inviolabilidad y las inmunidades.

Por lo tanto, no podría ser detenido, no podría ser sometido a ningún proceso judicial y podría abandonar el país. Sin embargo, además de los abogados y del personal de la embajada, hubo alguien más en esas reuniones: la empresa española encargada de la seguridad. Luego se descubrió el espionaje masivo que llevó cabo, especialmente durante esos días.

Gracias a los videos, audios e informes que develó El País, se ha conocido que un extrabajador de la empresa española habla por primera vez sobre la preparación y la orden de cambiar las cámaras de seguridad que había en la embajada por otras con grabación de voz.

Además de los visitantes, la empresa de seguridad insistió en dejar por escrito la mayor cantidad de detalles posibles. Martínez fue a Jerez de la Frontera, donde se encuentra el servidor de este ordenador central y verificó que tenía acceso a tres fuentes de Ecuador.

Los abogados regresaron a Madrid esa misma noche de madrugada. Al despacho de Baltasar Garzón llegaron unas personas encapuchadas y los asaltaron.

“En los juzgados de plaza de Castilla estamos a la espera de qué se nos dé una explicación de por qué el espionaje llegó hasta el despacho de abogados en Madrid”, comenta.

La historia está rigurosamente descrita y comprobada en el video, al igual que el revelador documento.

La abogada y esposa de  Assange, Stella Morris, ha dicho: “Estoy muy preocupada, porque está en una cárcel única en el mundo de máxima seguridad, está conviviendo con sujetos de alta peligrosidad, el aislamiento es lo que realmente lo afecta mucho y también el hecho de qué, no se sabe cuándo se va a terminar esto realmente. Si es extraditado a Estados Unidos le espera un juicio injusto”.

Eso no es justicia, es un agravio desquiciante a las libertades de prensa y expresión y un ataque directo a la dignidad humana. Es el calvario por la libertad de prensa que enfrenta Julian Assange. PL

(Fotos: Pixabay)

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