Globo, Mundo, Reino Unido

Rehenes de Israel en Cisjordania

La mentira

Durante un discurso televisado el 8 de octubre de 2023, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu puso en alerta a su país: «Estamos en guerra con Hamás», declaró, «Esto no es una operación, sino una guerra». A continuación anunció una movilización masiva del ejército como no se había visto en décadas.

 

Sul Nowroz / Real Media*

 

La declaración de Netanyahu fue seguida rápidamente por el Ministro de Defensa Gallant, quien advirtió al mundo que Hamás había cometido un grave error y que el Estado de Israel «ganará esta guerra». Los otrora adversarios parecían unidos por la misión común de derrotar a Hamás. Ambos mentían.

La verdad – Israel ha estado en guerra durante los últimos 75 años, no sólo con Hamás sino con todo el pueblo palestino. Mientras Netanyahu y Gallant salían a la escena pública hablando engañosamente de una guerra contra Hamás, en realidad se estaban preparando para un genocidio contra el pueblo de Ghazzah, y una feroz y brutal campaña de terror contra los palestinos de la Cisjordania ocupada, que incluiría el robo de tierras, el desplazamiento forzoso, la guerra psicológica y el encarcelamiento violento.

Detención en la Cisjordania ocupada

Desde el 7 de octubre, las fuerzas de seguridad israelíes han detenido a unos 3.000 palestinos en Cisjordania ocupada, lo que supone un aumento del 60% en el ya enorme número de detenidos.

Sabemos por los testimonios de las personas detenidas que esto ha provocado un grave hacinamiento, ya que en las celdas que debían tener capacidad para cuatro personas ahora caben entre ocho y diez. Los detenidos duermen en el suelo y permanecen confinados en sus celdas la mayor parte del tiempo, ya que se han cerrado los patios de recreo, las zonas comunes y los comedores.

Se ha retirado la atención médica a los detenidos, se ha reducido el número de comidas y el agua y la electricidad están muy racionadas. Se han suspendido las visitas familiares y se han restringido drásticamente las visitas a abogados y representantes legales. Estas medidas se han instaurado en múltiples prisiones, por lo que podemos concluir que se aplican como práctica habitual, por diseño, no por casualidad.

Deshumanización de los detenidos

Los detenidos suelen ser arrestados por escuadrones de asalto en mitad de la noche. Las puertas se abren a patadas y, en ocasiones, se utilizan granadas aturdidoras. Toda la experiencia está pensada para aterrorizar y desorientar psicológicamente.

A los detenidos no se les explica por qué se les detiene y, hasta la fecha, ninguno ha sido acusado formalmente de un delito. Permanecen recluidos en un limbo cruel y violento que parece diseñado únicamente para deshumanizar e intimidar.

Una vez detenidas, se abusa verbalmente de ellas y se las amenaza repetidamente con violencia física. Se han recibido testimonios de que algunas detenidas han sido amenazadas con ser violadas en grupo. A menudo se les vendan los ojos y se les atan las manos a la espalda para poner de manifiesto su vulnerabilidad.

Varios han sido golpeados sin piedad, y desde el 7 de octubre cinco hombres sanos han muerto inesperadamente bajo custodia: Abdelrahman Ahmad Muhammad Mar’ie, de 33 años; Abu Asab, de 38; Arafat Hamdan, de 25; Majed Ahmed Zaqoul, de 32; Omar Daraghmeh, de 58.

El nuevo Abu Ghraib – Megiddo, Ofer, Gilboa

Abu Ghraib fue el infierno en la tierra. En este malvado centro penitenciario dirigido por las fuerzas de ocupación estadounidenses en Irak a principios de la década de 2000 se cometieron una serie de violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra, incluidos malos tratos físicos, tortura física y psicológica y humillación sexual.

Allí asesinaron a un detenido, Manadel al-Jamadi, y profanaron su cadáver. Se suponía que no volvería a ocurrir, pero está ocurriendo.

En las prisiones israelíes de Megiddo, Ofer y Gilboa estamos recibiendo testimonios y pruebas fotográficas de hombres detenidos desnudados y paseados delante de otros presos, algunos fotografiados con la bandera israelí sobre los hombros. De forma sádica, otros han sido fotografiados arrastrándose desnudos a cuatro patas. En la madrugada del miércoles 15 de noviembre se produjo una rara liberación de presos; unos treinta fueron trasladados en autobús a un cruce situado a pocos kilómetros de la prisión de Ofer. Atados de manos, fueron liberados en la oscuridad de la noche completamente desnudos.

Para preservar la dignidad de los detenidos no compartiremos estas imágenes, pero algunas circulan por Internet.

También hay múltiples testimonios de detenidos a los que se les coloca la comida directamente en el suelo de la celda, sin platos ni cuencos, y que se ven obligados a comer literalmente del suelo, a menudo vigilados por los guardias de la prisión.

Redada 2 de las FDI en Cisjordania – imágenes telefónicas

Las cárceles de Megiddo, Ofer y Gilboa carecen por completo de los derechos humanos más básicos. Son lugares putrefactos, donde una administración retorcida e insensible perpetra periódicamente actos de brutalidad y humillación. No lo dudes: es motivo de alarma.

La persecución de un pueblo

Colectivamente, estos abusos gritan un crimen mayor: la persecución premeditada de un pueblo por su etnia.

Francesca Albanese es relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Abogada y académica, fue nombrada para este cargo en 2022. En su primer informe a los Estados miembros, recomendó a la ONU desarrollar «un plan para poner fin a la ocupación colonial israelí y al régimen de apartheid». La urgencia de su recomendación se debía, en parte, al hecho de que más de un millón de palestinos han sufrido una «privación arbitraria de libertad» desde 1967. En pocas palabras, el uso que Israel hace de la detención no sólo es despiadado, sino también étnicamente selectivo y sistemático.

No se deje engañar: la guerra de Israel contra Hamás es, de hecho, la continuación de una guerra contra todos los palestinos.

*Artículo publicado originalmente en Real Media.

(Traducido por The Prisma – The Multicultural Newspaper) – Fotos: Real Media y Pixabay

(Advertencia: Imágenes perturbadoras) El 13 de noviembre, el palestino Eyad Banat, de 35 años, estaba retransmitiendo en directo en TikTok cuando soldados israelíes asaltaron su casa de Hebrón, en el sur de Cisjordania ocupada, y lo detuvieron violentamente.

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