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Refugiados intentan prenderse fuego en centro de detención del RU

La Helen Bamber Foundation (HBF) y Humans for Rights Network (HFRN) han reunido pruebas de primera mano de que el uso por parte del gobierno del aeródromo RAF Wethersfield como un gran «campo de prisión abierta» para hombres refugiados solicitantes de asilo durante los últimos cinco meses ya ha causado daños irreparables y profundos a los residentes.

 

The Canary*

 

Algunas personas han intentado quitarse la vida, varias de ellas intentando quemarse hasta morir.

Wethersfield: «No es diferente de Libia

Los médicos de HBF han llevado a cabo 10 evaluaciones detalladas y HFRN ha trabajado con más de 140 personas desde la apertura del campo en julio de 2023, y han descubierto que los hombres han mostrado síntomas de empeoramiento de su salud mental tras su traslado a Wethersfield, incluyendo bajo estado de ánimo, soledad, recuerdos, disminución del apetito, pérdida de peso, sentimientos de desesperación y dificultad para dormir, y un empeoramiento de los síntomas del trastorno de estrés postraumático.

Los hombres retenidos allí hanhablado de sentir ansiedad y depresión, ideas suicidas, desesperación y miedo intensos, autolesiones y privación aguda del sueño. Cuando un hombre comunicó sus pensamientos suicidas a los miembros del personal del centro, simplemente le dijeron que era «normal en este entorno».

Nasser, que como muchos de los hombres retenidos en Wethersfield viajó a través de Libia cuando huía de su país, dijo: «Lo más duro para mí, después de lo que he pasado en Libia, es lo que estoy viviendo ahora en Wethersfield. La gente grita por la noche, se oyen disparos. Cuando alguien se despierta gritando, no sé qué hacer. Pasé por Libia y este lugar no es diferente».

Salman, que vino de Irán, dijo: «He intentado suicidarme debido a las condiciones del campo. Una vez intenté ahorcarme y otra vez un grupo de seis o siete personas intentamos prendernos fuego, no nos dejaron entrar en el campo y apagaron el fuego, se me quemó una parte de la camiseta, a muchos otros también, ha afectado muy negativamente a nuestra salud mental… Nos dijeron que aquí sólo se estaba dos semanas; era mentira; han pasado dos meses y no ha pasado nada».

¿Detenciones ilegales?

A finales de octubre de 2023, 508 hombres habían sido acogidos en Wethersfield, siendo los principales países de origen Afganistán (29%), Irán (20%) y Eritrea (16%). Muchos de ellos son supervivientes de la tortura y la trata y personas con graves problemas de salud mental.

Ello a pesar de que las directrices del Ministerio del Interior dejan claro que estos grupos no deben ser alojados allí: en los tres primeros meses de funcionamiento, una cuarta parte de los residentes fueron expulsados de Wethersfield porque no cumplían los «criterios de idoneidad» del campo y habían sido alojados ilegalmente. En el campamento se han identificado al menos 11 niños erróneamente considerados adultos.

El campo está extremadamente aislado, tiene condiciones de vida de hacinamiento y carece de la atención sanitaria necesaria, lo que causa dolor y trauma adicionales a personas que ya han soportado conflictos, opresión, abusos, tortura y trata de personas. La semejanza del campo con una prisión, con alambre de espino y vigilancia, desencadena experiencias traumáticas entre los residentes, muchos de los cuales han tenido experiencias en otros «campos», en Egipto y Libia, por ejemplo.

Wethersfield se propuso inicialmente como un emplazamiento temporal para 12 meses, pero el Ministerio del Interior pretende prorrogar su uso otros tres años. Esto sería terrible y, en su lugar, el Ministro del Interior debería cumplir urgentemente su reciente compromiso de cerrar el centro.

Wethersfield: nada más que una prisión

Maddie Harris, directora de Humans for Rights Network, ha declarado: «La palabra más utilizada por los hombres recluidos en Wethersfield para describir su experiencia allí es ‘prisión’. El aislamiento del campo, que separa a estos hombres no sólo de sus propias comunidades, sino de la sociedad en su conjunto, está causando una profunda angustia y retraumatización entre todos aquellos con los que hemos hablado.

Al internar a los hombres en Wethersfield, este gobierno está encerrando en guetos a los solicitantes de asilo en el Reino Unido, impidiéndoles el acceso a la justicia y a otros derechos vitales, como una atención médica adecuada. Este gobierno tiene la obligación legal de proporcionarles un alojamiento seguro. Wethersfield es inseguro, tanto para la salud mental como física de los hombres allí recluidos, y debe cerrarse con efecto inmediato. Creemos que es sólo cuestión de tiempo que alguien muera en Wethersfield».

Kamena Dorling, Directora de Política de la Fundación Helen Bamber, ha declarado: «El gobierno afirma que estos horribles campamentos en antiguos emplazamientos militares son necesarios para gestionar el número récord de personas que llegan al Reino Unido en busca de asilo. Pero el verdadero problema es la incapacidad del Ministerio del Interior para tramitar a tiempo las solicitudes de asilo, lo que permitiría a quienes han obtenido el estatuto de refugiado seguir adelante y vivir de forma independiente.

En lugar de ello, cientos de miles de solicitantes de asilo se ven atrapados en un atasco cada vez mayor, dependiendo del alojamiento temporal y la ayuda económica del Ministerio del Interior. La respuesta a ese problema no es la creación de campos de asilo que causan clara y deliberadamente a las personas que buscan protección sufrimientos y daños adicionales.»

*Artículo originalmente publicado en The Canary.

(Traducido por The Prisma – The Multicultural Newspaper)Fotos: Pixabay

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