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Elecciones presidenciales en México: la campaña final

Iniciará el 1 de marzo y cerrará el 29 de mayo con abstinencia política hasta el 2 de junio cuando esa noche se sabrá ya qué será la nueva presidenta de México, la primera mujer con ese cargo en toda la historia republicana nacional.

 

Luis Manuel Arce Isaac

 

La precampaña –del 20 de noviembre al 18 de enero- fue para calentar motores, pero de una manera bastante onerosa.

La derecha se gastó el equivalente a 3’585.000 de dólares para su candidata única Xóchitl Gálvez, en viajes, hoteles, movilizaciones, traslados de supuestos simpatizantes, propaganda por radio, televisión, diarios y redes, regalos y otras minucias. Su adversaria y favorecida por las encuestas, Claudia Sheinbaum, se gastó la mitad de esa cifra. En el caso de Xóchitl llama la atención que los principales aliados, los partidos Acción Nacional (PAN), organización de base de la candidata, y de la Revolución Institucional (PRI), se compartieron los gastos en nombre de la coalición Frente por México, aunque el primero aportó el 60% y su socio menos del 40%.

Xóchitl es la candidata original de Partido Acción Nacional (PAN) y respaldada por Partido Revolucionarios Institucional (PRI) y Revolución Democrática (PRD), partidos que abdicaron ante los panistas pues estimaron abiertamente que unían a sus  antiguos adversarios no tendría en opciones en las elecciones de 2024.

La falta de liderazgo quedó demostrada en aquellos momentos en los que hubo más divisiones y deserciones en el PRI, se deterioró mucho su estructura y los valores históricos, éticos y morales de los que siempre gozó, cayeron por el piso y sería una tarea titánica recuperarlo.

La distribución de los gastos da una idea inicial de la repartición de los cargos, si Xóchitl derrota a Sheinbaum, aunque las negociaciones al respecto no han concluido y todo va a depender de los resultados de las elecciones en nueve estados por las gobernaciones: 500 curules en el Cámara de Diputados, 128 senadores, y alcaldías, en particular las de Ciudad de México. En total son 20.263 puestos de elección popular y eso lo dice todo: la presidencia de la República es una parte de la batalla y, aunque es el frente principal, no es el único ni basta.

Tanto los opositores del PAN y el PRI, como la coalición Seguimos Haciendo Historia que dirige Morena, están por igual en la misma tesitura de ganar el espectro electoral en toda su magnitud, en particular la mayoría calificada en el congreso y las asambleas regionales. Los primeros para sobrevivir, los oficialistas para aplicar sin tropiezos la Cuarta Transformación.

El Instituto Nacional Electoral (INE) ya inició esta etapa intercampaña en la cual deberá distribuir las finanzas públicas para gastos de campaña, difundir las plataformas electorales que presenten los partidos en un pazo que cierra el 29 de febrero, lapso en el cual las autoridades deberán cumplir un cronograma de ejecución sin fallas para que el 2 de junio funcionen bien todos los mecanismos.

El INE es el encargado de organizar el sorteo para seleccionar a los ciudadanos que integrarán las Mesas Directivas de las 170 mil casillas en todo el país a las cuales acudirán más de 97 millones de mexicanos, distribuir el financiamiento a coaliciones y candidaturas independientes. PL

(Fotos: Pixabay)

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