Hay un viejo dicho que dice que todos merecemos una segunda oportunidad, pero, aun así, hay muchas personas sin techo que nunca la reciben. Ya sin un techo, sólo unos pocos llegan a tener el respeto necesario para conseguir un trabajo.
Cailly Morris
Por esta razón, The Big Issue – una revista semanal sobre entretenimiento y actualidad dedicada a ayudar a que los sin techo se ayuden a sí mismos en toda Inglaterra – les brinda a los sin techo trabajo como vendedores y los ayuda a recuperar la confianza que necesitan para triunfar.
“Hace un año atrás no tenía la confianza o motivación para realizar ninguna de estas cosas”, dijo J. de Birmingham. “Estoy saludable y bien. No tomo alcohol ni consumo drogas. Estoy muy agradecido por la ayuda que recibí de The Big Issue y muy orgulloso de mi hogar”. Pero The Big Issue no sólo brinda trabajos sino que también asegura el acceso a los médicos e igualdad de oportunidades para el cuidado de la salud, respaldo a adictos a las drogas, ayuda directa con capacidades de ventas, acceso a ayuda financiera, oportunidades para volver a comunicarse con miembros de la familia y brinda una voz nacional para aquellas personas ignoradas por tanta gente.
The Big Issue tuvo sus comienzos en 1991 después de que Gordon Roddick regresó de los Estados Unidos y se inspiró en un periódico llamado Street News en Nueva York. Roddick se contactó con A. John Bird, una persona sin techo, y decidió que la clave para resolver el problema de los sin techo estaba en ayudar a que las personas se ayuden a sí mismas. Por lo tanto, decidieron ofrecerles una alternativa, para que en lugar de mendigar vendan sus revistas.
Con, originalmente, sólo una publicación vendida por diez vendedores en Londres, en 1993 ya había cinco ediciones de las revistas que cubrían todo el Reino Unido – Escocia, Gales, el Norte y Suroeste de Inglaterra.
Después del éxito de la revista, en 1995, se creó la Fundación The Big Issue para hacerse cargo de los temas que causan la falta de viviendas y respaldar a los vendedores en su trayectoria con fondos de organizaciones benéficas.
Muchas personas, incluyéndome lamentablemente, juzgamos a los sin techo sin ni siquiera conocer su historia. Si bien es verdad que algunos están ahí porque son perezosos y no quieren trabajar, muchos otros están ahí debido a una decisión errónea o algún desastre ocurrido en sus vidas que hizo que les costara recuperarse – este fue exactamente el caso de Brian Rowe de Witham Essex.
Rowe dejó la escuela a los 16 años para unirse a la Marina Real como artillero en el HMS Cardiff durante la guerra de las Malvinas en 1982. La guerra lo golpeó duro y lo dejó con sentimientos horribles sobre su experiencia, entonces, al regresar a su país con la expectativa de que se lo recibiera como a un héroe y, en lugar de esto, que se lo ignorara, Rowe comenzó a tener dificultades y, en 1984 tuvo su retiro voluntario.
Muchos soldados después de una guerra sufren de desorden de estrés postraumático – pero raramente reciben ayuda para superarlo. Para Rowe, todos esos años que estuvo sin una estructura para poder menejar temas como pagar las facturas o administrar las finanzas, desconocidas para él al no tener experiencia en el ejército o en la escuela, lo dejaron desesperanzado.
Un año después – todavía sobrellevando el estrés postraumático – su mujer lo dejó y se llevó a su hijo de 6 años de edad; fue ahí cuando sufrió una crisis.
Sin tener a dónde ir, Rowe partió a Londres y notó que varias personas vendían The Big Issue y decidió que lo intentaría. Cinco años después de haber comenzado con las ventas, Rowe fue capaz de dejar la calle y vive actualmente en un hostal en Victoria. “Me encanta conocer gente – esa es la parte más linda de vender The Issue”, dijo Rowe. “Es increíble cuando la gente se detiene para saludar, es lindo sentirse parte de la comunidad y sentir que las personas realmente se preocupan”. Si bien Rowe admite que algunas personas aún le gritan “búscate un trabajo” o le dicen “vagabundo” en la cara, sostiene que lo único que se puede hacer es tomarlo como una broma.
“Yo creo que mucha gente me mira y supone que siempre viví en la calle, no conocen mi historia personal”, dijo Rowe. “No se dan cuenta de que soy igual a ellos – ¿podrán ellos ser como yo algún día?
Rowe estuvo sin techo durante 13 años y ha realizado una serie de trabajos como instalador de cocina, plomero, electricista y trabajo en fábrica. La triste realidad es que cuando vivís en la calle, es menos probable que los empleadores te mantengan el puesto de trabajo; por ello él nunca pudo ahorrar suficiente dinero para comprarse un departamento – esto fue así hasta que comenzó a trabajar con The Big Issue.
Desde el comienzo de The Big Issue, junto con la Fundación The Big Issue, han conocido y trabajado con más de 10000 personas en temas de salud, vivienda, finanzas, capacitación, empleo y aspiración.
“The Big Issue es una ayuda, no una limosna”, dijo la gente de The Big Issue, quienes se dedican a darle una segunda oportunidad a los sin techo que quieren una vida mejor. Su método es simple – después de que el vendedor haya demostrado que está sin techo o en una situación de vivienda vulnerable, se le da 5 copias gratuitas de la revista – diez si está en Londres – y las vende por dos libras la copia. Luego pueden comprarle más revistas a la compañía por una libra y quedarse con la libra que obtienen de ganancia. De esta forma, si a una persona sólo tiene fines lucrativos y no le interesa salir de la situación en la que se encuentra, no podrá continuar. Pero si realmente quiere empezar una nueva vida, tendrá que ahorrar y, poco a poco, acumulará dinero mientras sigue recibiendo ayuda de la fundación.
“Los vendedores no so empleados de The Big Issue, y no les reembolsamos dinero por las revistas que no venden, por lo tanto cada uno debe administrar sus ventas y finanzas cuidadosamente”, dijo The Big Issue. “Estas habilidades, junto con la confianza y autoestima que construyen a lo largo de las ventas de las revistas, son cruciales para ayudar a los sin techo a reinsertarse en la sociedad”.
La fundación y la revista dependen casi por completo de las donaciones voluntarias y reciben una mínima ayuda de fondos del gobierno. Actualmente, la revista es leída por más de 670.000 personas semanalmente en todo el Reino Unido.
(Traducido por: Silvia Guidobono – silviaguidobono@gmail.com) – Photos: Pixabay