El próximo mes de julio, este trabajador de la limpieza de origen colombiano cumplirá cuatro años en Londres.
Salió de Valencia, en la costa mediterránea de España, ciudad en la que se instaló en el año 2000 cuando dejó Colombia, para emprender un viaje rumbo a Londres con la esperanza de encontrar un trabajo.
La crisis que azota al país ibérico lo obligó a buscar suerte en la capital de Inglaterra dejando en Manises, una pequeña ciudad a nueve kilómetros de Valencia, a sus dos hijos pequeños. James se vino solo a la metrópolis que es Londres para trabajar y enviar dinero a su familia en España. Allí ejercía de electricista, un trabajo que le permitía ganar suficiente dinero para vivir dignamente, mantener a sus hijos y sufragar sus gastos. Pero la conocida como “crisis del ladrillo”, que afectó a la construcción de viviendas en el país repercutió de lleno en profesiones como la suya, dedicadas a este sector económico casi exclusivamente.
Los inicios en Londres fueron duros. De hecho, la primera noche por poco no durmió a la intemperie. “Menos mal que llamé a una señora que me dio posada para esa noche y tuve la suerte de no dormir nunca en la calle”, recuerda James Ayala.
Con el pasaporte español le resultó más fácil entrar en el Reino Unido y encontrar un trabajo, pero “cuando uno no habla inglés, hay que trabajar en tareas de limpieza”. Y así fue, James compagina dos trabajos. Es limpiador de las instalaciones del canal de televisión Channel 4 y además, limpia en un bar.
Aunque echa de menos muchas cosas de España, no le ha resultado difícil adaptarse porque “tenía clara la idea de que venía a trabajar y no había más remedio”. Además, ya había pasado por una situación similar cuando dejó Colombia para instalarse en Valencia.
“Ya me había acomodado en España, y aunque también fue difícil, el idioma facilita mucho las cosas. Puedes decir que tienes hambre, que tienes sed o que no tienes un lugar donde dormir. Sin embargo, aquí toca arreglárselas”, comenta este colombiano de 53 años
. Aunque comenta que afortunadamente hay muchos colombianos y latinoamericanos en Londres, “La mentalidad cambia. En España nos ayudábamos unos a otros pero aquí te encuentras socialmente solo”, se lamenta Ayala, que lleva casi cuatro años en el Reino Unido. “Hay sitios en los que encuentras colombianos, vas y puedes charlar pero no existe ese calor que existía en España” y comenta que es difícil crear un círculo social sólido.“Uno empieza a trabajar, pierde el contacto con los amigos, o se cambia de amistades. Por eso es que no hay mucho roce social”.
James también echa de menos el clima y destaca que “aquí hace frío siempre, no se puede salir a tomar el sol”.
Pero uno de los aspectos más negativos de Londres para James Ayala es que se trata de una ciudad muy cara comparada con Colombia o España y la cuestión de la vivienda es un aspecto que preocupa a todos los inmigrantes. Para él no es una excepción. Además, James no tiene reparos en afirmar que “Si algún día mejorara España yo volvería de buena gana, pero mientras en Londres haya trabajo, aquí estaré”.
(Fotos: Pixabay)