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Energía renovables, una opción post-pandemia

Ahora, cuando el Banco Mundial vaticina que la economía a nivel global experimentará este año una drástica contracción de 5,2%, luego que la Covid-19 la hundiera en la peor recesión desde la II Guerra Mundial, impulsar las energías renovables parece la respuesta para cubrir las expectativas de crecimiento económico, cuidado medioambiental y seguridad energética.

 

Foto de Geralt Altmann.

Ivette Fernández

 

Que el desarrollo de las fuentes renovables de energía ahora no es solo posible sino también imponderable, en detrimento de la quema de combustibles fósiles y en defensa de la sustentabilidad social y económica, es una tesis cada vez más defendida por organizaciones relacionadas con el tema.

Un estudio reciente de la Agencia Internacional de Energía Renovable (Irena, por sus siglas en inglés), muestra que más de la mitad de las fuentes de este tipo agregadas en 2019 logró costos más bajos que las nuevas y más rentables plantas de carbón.

En promedio, considera la investigación, la energía solar fotovoltaica y la eólica terrestre cuestan menos que mantener en funcionamiento muchas plantas de carbón existentes, y los resultados de las subastas energéticas muestran que esta tendencia se acelera.

Reemplazar los 500 gigavatios (GW) más costosos de carbón con energía solar fotovoltaica y eólica terrestre el próximo año reduciría los costos del sistema de energía en hasta 23 mil millones de dólares cada año, abundó el análisis.
Asimismo, agrega, reduciría las emisiones anuales en alrededor de 1,8 gigatoneladas de dióxido de carbono, equivalente al cinco % del total del gas emitido a la atmósfera en 2019.

También generaría un estímulo de inversión de 940 mil millones de dólares, que equivale a alrededor del uno % del Producto Interno Bruto mundial.

Otra de las ventajas de este tipo de energía es que la misma cantidad de dinero invertida en ella hoy produce más capacidad nueva que la que tendría hace una década.

Una investigación igualmente reciente publicada por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), concluyó que la capacidad de energía renovable, exceptuando grandes represas hidroeléctricas, creció 184 GW durante 2019. Según el organismo, la caída de los costos de las alternativas limpias brinda la oportunidad de impulsar la acción climática en los paquetes de recuperación de Covid-19.

Aunque la adición del pasado año significó 12% más que la nueva capacidad de 2018, la inversión en dólares en 2019 fue solo 1% más alto que el año anterior, con poco más de 282 mil millones de dólares, ahonda el análisis.

Los costos de electricidad de las nuevas plantas solares fotovoltaicas en la segunda mitad de 2019 fueron 83% más bajos que una década antes.

“Si los gobiernos aprovechan el precio cada vez más bajo de las energías renovables para poner la energía limpia en el corazón de la recuperación económica de Covid-19, pueden dar un gran paso hacia un mundo natural saludable, que es la mejor póliza de seguro contra las pandemias mundiales”, considera el director ejecutivo del Programa, Inger Andersen.

De acuerdo con el reporte, la pandemia de Covid-19 condujo a una menor generación de electricidad a base de ese combustible fósil causado, fundamentalmente, por limitaciones de liquidez y falta de ventas. Se estima entonces que la demanda mundial de importaciones de carbón podría disminuir en 7% para fines de este año debido al efecto combinado de la pandemia de Covid-19 y la dura competencia del gas, alerta el análisis.

La capacidad de generación de puestos laborales que tiene hoy el campo de las energías renovables es importante si se toma en cuenta el triste saldo de desempleados que el paso de la pandemia de Covid-19 dejará en el mundo.

De un comunicado del Consejo Global de la Energía Eólica (GWEC, por sus siglas en inglés) se desprende que la generación eléctrica a través del viento es uno de los sectores de más rápido crecimiento en el mundo, y podría crear casi cuatro millones de empleos directos e indirectos.

Además, generaría inversiones anuales adicionales cuyo monto más bajo superaría los 207 mil millones de dólares, siempre que la capacidad eólica supere los dos teravatios.

Las inversiones en este tipo de fuente, y de otras amigables con el medio ambiente, son vitales para crear la infraestructura del futuro en pos de economías más resistentes y sostenibles, al tiempo que proporcionan a los países y ciudadanos una energía más asequible, menos emisiones de carbono y mayor seguridad energética, apuntó la información. (PL)

(Fotos Pixabay)

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