En Foco, Notas desde el borde, Opinión

¿Un registro de logros claro del Covid?

Cuando era niño, jugábamos a un juego llamado ‘Tiplatch’. Trataba de que los niños llamaban a la puerta de la casa de alguien y luego huían corriendo del enfurecido dueño, sin ser atrapados.

 

Steve Latham

 

Sin embargo, parece ser que a menudo yo era al que capturaban y abofeteaban.

De todas formas, bajo muchos nombres diferentes en todo el mundo, me recuerda a nuestra respuesta actual ante el Covid19.

Se nos ha animado a llamar a las puertas de los vecinos para ver si necesitan compras, pero tenemos que retroceder seis metros de su puerta, por miedo a la infección. Es extraño cómo los recuerdos se entrelazan con las realidades contemporáneas. Este desarrollo de la vecindad, sin embargo, se cita como un signo de mentalidad comunitaria creciente en nuestras ciudades.

La gente ofrece ayuda, aplaude a nuestros trabajadores sanitarios, y están surgiendo organizaciones comunitarias espontáneas para suministrar comida cuando los servicios del gobierno son insuficientes.

Grupos locales conforman alianzas sorprendentes para satisfacer unas necesidades inmediatas. Por ejemplo, The People’s Army of Islington y la conservadora iglesia evangélica Angel Baptist Church se combinan para cocinar comida caliente a la gente.

Líderes comunitarios distribuyen boletines de noticias, ya sea físicamente a través de los buzones o de forma virtual en línea a través de grupos de WhatsApp, para asegurar que todos estén en contacto.

Algunos creen que estamos a punto de lograr la recuperación de la sociedad civil, la rehabilitación de los vínculos comunales. ¿Pero la crisis presagia unos vínculos más fuertes en la comunidad o unas islas de aislamiento?

Al observar los parques, parece que algunas personas hacen deporte más que nunca, en obediencia a las instrucciones del gobierno, a las sugerencias, o al menos al permiso para salir una vez al día.

Mi hijo, sin embargo, señala que estos números pueden representar simplemente a la ‘multitud del gimnasio’, que no tienen ningún sitio para hacer deporte ahora que los gimnasios están cerrados.

De la misma manera, parece que algunas familias disfrutan ahora de más tiempo con sus padres jugando en los parques que cuando estaban ocupados en el trabajo o en el bar. Pero también están aumentando los informes de violencia doméstica.

Por defecto, el papel del gobierno también está aumentando. La posibilidad de introducir una renta básica universal es ahora más probable, porque el estado ya está garantizando los salarios y ampliando las prestaciones.

Incluso el tan ridiculizado ‘crédito universal’ es más fácil de reclamar. A mi sobrina, despedida desde que cerró su producción teatral, solo se le hizo una pregunta antes de obtener la prestación: «¿Tiene usted empleo?»

El hecho también de que, al final, muchas personas sin hogar hayan sido alojadas en hoteles de Londres, demuestra cuántos problemas sociales podrían resolverse rápido si existiera voluntad política.

Entonces, ¿cómo será cuando volvamos a la ‘normalidad’? ¿Habrá una ‘nueva normalidad’? ¿Una ‘a-normalidad’? Tales emergencias de época suelen causar la caída de los gobiernos y de los sistemas de gobierno.

Y mientras futurólogos optimistas, como David Smith, buscan encontrar nuevas oportunidades de negocio, muchas empresas simplemente no sobrevivirán a la crisis.

Así que el panorama es mixto. Al igual que Slavoj Zizek, debemos ver las cosas ‘de forma dialéctica’. No hay un registro claro para las tendencias positivas y negativas. Más bien, ocurren juntas, envueltas unas en otras; unas son un reflejo dual de las otras. Por tanto, la ciencia política es paradójica.

(Traducido por Iris María Blanco Gabás – Email: irisbg7@gmail.com) – Fotos: Pixabay

 

 

Share it / Compartir:

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*