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Salvando vidas en la “zona Covid”

El afán de sanar y salvar vidas prevalece desde aquel día de abril cuando ingresó la primera persona positiva a la prueba de diagnóstico, María Nancy Ángel Rivas, de 32 años. Desde entonces el equipo de galenos sintió a fondo el reto inminente ante el peligro siempre presente del contagio.

 

Dailyn Ruano Martínez

 

Una brigada médica cubana en Venezuela, junto a colegas venezolanos y las fuerzas del orden en cada comunidad, adelantan una de las más arduas tareas para preservar la vida de la población frente a la letal cepa de coronavirus SARS-CoV-2.

Se trata de un equipo multidisciplinario dedicado a la atención directa a las personas infectadas.

Son jóvenes que asumen el desafío de la exposición directa a pacientes sospechosos y confirmados de Covid-19 en la denominada zona roja de los centros de salud.

En diálogo con la prensa, el joven especialista en Medicina General Integral (MGI) Roberto Álvarez -con cinco años de experiencia y un diplomado de terapia intensiva-, habla del enfrentamiento diario a la pandemia desde la primera línea en el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) Rafael Rangel, en el occidental estado de Trujillo.

El equipo permanece en el área asistencial por dos semanas, y transcurrido ese lapso entrega el relevo a otro colectivo y pasa a cumplir con la cuarentena obligatoria durante similar período, de resultar negativo a la prueba de diagnóstico preventiva.

La especialista en MGI Arletty Sánchez, de 28 años, experimentó la misma sensación de incertidumbre al traspasar el umbral del área roja del CDI.

“Desde esa fecha resultó decisiva nuestra voluntad de superar cualquier circunstancia o temor, y cuando conocimos a María Nancy le brindamos las mejores atenciones médicas y apoyo psicológico para lograr su total recuperación”, subraya la doctora de la oriental provincia cubana de Guantánamo.

Para la joven licenciada en enfermería Odelis Ferrer, la atención al primer caso confirmado de Covid-19 en el municipio Rafael Rangel, de Trujillo, resultó una experiencia única y desafiante. “Siempre existe algo de temor, pero con optimismo y valentía lo superamos por el bienestar de la paciente y por nuestra propia seguridad”, afirma.

El cumplimiento de estrictas normas de bioseguridad, la preparación constante, así como el cambio de rutinas de vida y trabajo añade otros retos al joven personal de salud mientras asumen el necesario aislamiento en el centro asistencial durante las dos semanas de guardia y luego en la cuarentena domiciliaria.

“Como médicos nos hemos replanteado algunos aspectos, tanto en lo profesional como en lo personal, durante los últimos meses porque un error significaría la diferencia entre la vida y la muerte”, señala Álvarez.

Sánchez explica que el trabajo con pacientes positivos de Covid-19 es importante pues contribuye al crecimiento profesional: “Cada caso muestra una enseñanza nueva sobre el patógeno de características singulares, dadas las diversas sintomatologías, los altos factores de letalidad y contagio”.

Además de enfrentar a la enfermedad viral, el equipo de galenos enfrenta desde el inicio las cargas psicológicas de los enfermos, quienes en ocasiones decaen hasta severos estados depresivos o sencillamente niegan o se desentienden de la gravedad de la situación.

En cada jornada de trabajo en zona roja, el colectivo del CDI Rafael Rangel oprime los miedos y riesgos de contagio ante el padecimiento con el respeto riguroso de todas las medidas de bioseguridad y la fuerte convicción de vencer a la Covid-19.

Las sinceras muestras de agradecimiento de pacientes como María Nancy por los cuidados recibidos durante 21 días, constituyen un estímulo adicional para el personal de salud de la isla caribeña, ubicado en el primer frente de contención de la pandemia en Venezuela.

Además de la batalla cara a cara con las personas sospechosas y confirmadas con Covid-19, la fuerza médica de Cuba en el occidental estado de Trujillo protagoniza labores de pesquisa diaria en 354 comunidades.

Uno de los objetivos primordiales durante la etapa de enfrentamiento a la pandemia de Covid-19 apunta hacia la búsqueda de los contactos de pacientes sospechosos y confirmados de la enfermedad como parte del control de foco, explica la jefa de la misión médica cubana en Trujillo, Mariela Laza.

En los últimos cinco meses,  realizaron más de 20 mil pruebas de diagnóstico rápidas. Por su parte, Osvaldo de Jesús Figueroa, coordinador de la misión de educación superior en el territorio, contribuye en la articulación y presencia física de las acciones de pesquisaje y a que se cumplan las normas de bioseguridad. (PL)

(Fotos: Pixabay)

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