A ocho meses de la entrada del coronavirus, y a casi dos de una segunda oleada de la enfermedad, Vietnam muestra hoy unas estadísticas que clasifican entre las mejores de Asia y del mundo.
El desempeño de la nación indochina frente a la pandemia le ha valido numerosos elogios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de epidemiólogos e instituciones especializadas de todo el mundo.
Países del sudeste asiático, e incluso de regiones más lejanas, validan y aplican sus experiencias en este ámbito.
A la fecha, la nación indochina reporta 1.068 casos positivos al nuevo coronavirus, para una tasa de infestación de 11 por cada millón de habitantes. De ellos, están restablecidos 947, casi el 89% del total.
El país cumplió 20 días consecutivos sin contagios comunitarios, pues los 22 enfermos reportados desde el 2 de septiembre son vietnamitas regresados de otros territorios.
Vietnam, por otra parte, lleva 19 días seguidos manteniendo fija en 35 la cifra de fallecimientos a causa de la letal pandemia, para una tasa de 0,4 muertes por millón de habitantes.
Significativamente, todos los fallecidos eran personas de la tercera edad y que desde antes padecían de graves enfermedades que impidieron su curación.
De los 86 casos activos, 21 pudieran estar de alta en los próximos días, pues ya dieron negativo a dos o tres pruebas de detección del SARS-CoV-2. Los demás se recuperan satisfactoriamente y solo dos presentan un estado de salud comprometido.
El gobierno y las autoridades sanitarias también conducen con extremo cuidado la repatriación de miles de vietnamitas y el regreso de diplomáticos, funcionarios, hombres de negocios, expertos y asesores necesarios a la economía nacional.
En los mismos aeropuertos, a todos se les exigen declaraciones certificadas sobre su estado de salud y son sometidos a chequeos médicos para determinar si tienen algún síntoma asociados al patógeno.
De ahí, directamente y sin excepciones, pasan a cumplir cuarentenas de dos semanas. Ese mecanismo funciona impecablemente, pues ninguno de los retornados ha infectado a otras personas. Y conste que las entradas se acercan a 100 mil.
Hasta el 25 de julio Vietnam mostraba estadísticas incomparablemente mejores, pues solo reportaba 417 casos, cero muertes y 99 días sin transmisiones internas.
El país, además, estaba dando los primeros pasos para que la economía retomara su paso habitual.
Pero en esa fecha se produjo en la central ciudad de Da Nang un rebrote del mal que se extendió a otros territorios y disparó las cifras hasta las actuales.
Ello obligó a reactivar las medidas de confinamiento en aquella y otras grandes urbes y en varias provincias. Adicionalmente, hacia los territorios comprometidos fueron movilizados medicamentos, decenas de especialistas y enfermeros y otros recursos técnicos y humanos.
Pero progresivamente la segunda oleada del mal fue contenida y desde hace días la situación epidemiológica en Da Nang y en todo el país está bajo control.
En consecuencia, Vietnam se adentra día a día en una fase de ‘nueva normalidad’ que pasa por el relajamiento progresivo de las medidas de confinamiento y la reanimación de las actividades económicas y sociales. (PL)