El gobierno de Estados Unidos aplica a la isla una política de hostilidad sin precedentes, que va desde el bloqueo hasta el desprestigio, sin importar los efectos nefastos que tiene en la población de la isla.
Sobre ello, el gobierno de la isla presentará un informe ante la Asamblea General de la ONU, en mayo próximo.
En él denuncia los daños provocados por el bloqueo económico, financiero y comercial de la más poderosa potencia mundial contra la vecina nación caribeña.
El texto enumera y detalla las numerosas regulaciones y disposiciones emitidas por Washington, que incluso reeditan castigos contra países en situación de guerra.
Dicho informe subraya que entre abril de 2019 y marzo de 2020 creció la persecución de transacciones financieras y comerciales de Cuba, con vistas a crear privaciones a la población.
También ocurrió la prohibición de vuelos desde Estados Unidos hacia todas las provincias cubanas con excepción del aeropuerto internacional José Martí, de La Habana, también con restricciones.
El informe, que dio a conocer el pasado mes el canciller Bruno Rodríguez, denuncia la persecusión e intimidación a las empresas que envían suministros de combustibles a la mayor de las Antillas.
Resultan particularmente alarmantes los cinco paquetes de medidas adoptados en función de vigilar e imponer castigos contra las empresas, buques y navieras que transportan energéticos hacia Cuba, señala el portal de internet de la cancillería Cubaminrex.
Y añade que con el propósito de hacer colapsar a la isla fueron impuestas “sanciones ilegítimas” contra 27 compañías, 54 embarcaciones y tres individuos vinculados al sector, aunque en ningún caso eran de origen estadounidense o sujetos a la jurisdicción del país norteño. En el lapso de un año Washinton decidió 90 acciones y medidas económicas coercitivas con la intención de intervenir en los asuntos internos de Cuba y en menoscabo de la libertad de comercio y navegación, señala la fuente. (PL)
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