En una extraña pero necesaria coyuntura, ha surgido en tiempos de pandemia una organización dirigida a los latinoamericanos, a esos que son invisibles y están desatendidos por la sociedad británica. Utiliza una metodología propia para diseñar una nueva forma de efectuar el cambio.
Todo comenzó cuando empezó la pandemia. Pero un año antes las ideas se colocaron sobre la mesa.
Carlos Corredor, un colombiano que lleva más de 20 años trabajando con empresas sociales y organizaciones benéficas, conoció a José Trueba mientras trabajaban juntos en una organización que ofrece apoyo a comunidades vulnerables en Londres.
José, con más de 15 años de ejercicio como administrador de empresas en Latinoamérica en el sector privado y también en organizaciones no gubernamentales en Londres, resultó ser la persona con la que se sentó a analizar las deficiencias que existen en la prestación de servicios a grupos vulnerables.
Pasaron largas horas discutiendo la mejor y eficaz forma de llegar a estas comunidades para que pudiera tener un mayor efecto en sus vidas. Y así, en marzo de 2020 pusieron en marcha una organización que al finalizar el año quedó inscrita en Companies House con un sonoro y sugestivo nombre: Aymara.
Como término, Aymara se refiere a un pueblo indígena (y su idioma) que habita cerca del lago Titicaca, entre Perú y Bolivia, en América del Sur.
Como organización, Aymara es la respuesta a una necesidad de ofrecer un mayor y mejor servicio a inmigrantes, refugiados y solicitantes de asilo, los más frágiles frente a la actual pandemia.
Son conscientes de que existen numerosas organizaciones trabajando con este tipo de comunidades, pero también saben que todavía se necesita un mayor alcance y efectividad en el despliegue de servicios para que nadie quede excluido.
De momento solo Jose y Carlos Aymara están al frente para ofrecer los servicios que actualmente proveen. Lo hacen de manera virtual aunque su ‘oficina oficial’ se halla en Casa Latinoamericana.
Pero tienen planes de crecimiento y de ir contratando según el volumen de trabajo que vayan teniendo. ¿Del lugar? Saben que se ubicarán en Lewisham, Southwark o Lambeth pues en esos municipios de Londres es donde hay una mayor concentración de inmigrantes latinoamericanos, la mayoría viviendo en condiciones de desigualdad.
Tratando de llegar un poco a la realidad y contexto de Aymara, The Prisma habló con Carlos Corredor.
¿Qué servicios y/o ayudas ofrecen?
De momento vamos a trabajar en un par de proyectos relacionados con salud sexual, pero con perspectivas de trabajar en otros campos relacionados con la salud en general, y en temas de asentamiento para inmigrantes, capacitación y empleo.
Los servicios son absolutamente gratuitos para todos los usuarios.
Ustedes dicen que Aymara fue creada para reducir desigualdades en las comunidades étnicas. Según esto, se entiende que ustedes han hecho algún estudio, o se basan en alguno, para definir que las comunidades étnicas viven en condiciones de desigualdad.
Se estima que hay 250.000 latinoamericanos viviendo en el Reino Unido, y la mitad vive en Londres. 1 de cada 5 latinoamericanos nunca ha ido a un médico de atención primaria. 1 de cada 5 latinoamericanos ha reclamado alguna forma de prestación social, una cifra muy inferior al promedio.
Un tercio de los latinoamericanos reside en viviendas superpobladas compartidas con otros.
Un tercio de los latinoamericanos ha experimentado abuso y explotación en el lugar de trabajo. Dos tercios de los latinoamericanos perciben la discriminación como una barrera importante para mejorar su calidad de vida.
¿Qué comunidades beneficia Aymara?
Ahora estamos enfocados en los Latinoamericanos y así será por algún tiempo, pero no descartamos ofrecer nuestros servicios a otras minorías étnicas en el futuro, ya sean africanos, asiáticos, o de cualquier otra nacionalidad.
Cuando hablan de grupos marginados, estigmatizados y socialmente excluidos, ¿a qué minorías se refieren?
Precisamente a todas aquellas personas que no tienen fácil acceso a los servicios tradicionales que ofrece el gobierno, ya sean de salud o de otra índole.
Esos grupos suelen ser inmigrantes que viven en la ciudad de Londres.
En su historia, ustedes cuentan que “acordaron evolucionar la metodología de Carlos para diseñar una nueva teoría del cambio”. ¿En qué consiste esa metodología?
Se basa en mantener y ampliar nuestra red de contactos de individuos vulnerables, para que ninguno quede excluido. Hemos comprobado que el fracaso de muchas organizaciones radica en que no identifican a esos individuos, sino que esperan que ellos mismos se pongan en contacto con las organizaciones. La realidad no funciona así. Muy pocos individuos piden ayuda por iniciativa propia, hay que ir a buscarlos y ofrecerles los servicios.
Actualmente existen muchas organizaciones en el Reino Unido, en Londres particularmente, ofreciendo servicios a las comunidades. Parece que todas hicieran trabajos parecidos. ¿Qué es lo diferente en Aymara?
Hay dos factores que nos diferencian del resto de organizaciones. Uno es la red de contactos que nos permite llegar a todos los individuos vulnerables que necesitan nuestros servicios. Y otro, el que proporcionamos evidencia de la ayuda que brindamos, de forma que las organizaciones que nos financian saben que invierten su dinero adecuadamente.
¿Nacer en plena pandemia ha facilitado o dificultado las cosas?
Ni una cosa ni la otra. Decidimos crear Aymara en mitad de esta pandemia y de momento estamos recibiendo respaldo de organizaciones que quieren financiarnos.
¿Qué están haciendo respecto al Covid?
Animamos a todas las personas vulnerables que conocemos o con las que trabajamos a que se inscriban con un médico de cabecera (GP) y tomen su vacuna contra el coronavirus. También estamos intentando trabajar con el servicio público de salud (NHS) en estas campañas, ya que tenemos el mismo objetivo.
¿Van a hacer estudios o solo ofrecerán servicios?
Además de los proyectos que estamos diseñando para brindar nuestros servicios, ofrecemos estudios a través de consultas a grupos vulnerables para identificar los mayores problemas a los que se enfrentan. Nuestra idea es trabajar con universidades para el desarrollo de tales estudios.
.jpg)
