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Un viaje en taxi por la vida de un inmigrante

Un retrato íntimo de la emigración y el retorno. Impulsado por la desesperanza de sus perspectivas durante el periodo fascista en Portugal, un hombre encuentra la motivación para marcharse. 20 años más tarde regresa a un país democrático, y su historia personal sigue desarrollándose a partir de las lecciones y reflexiones que ha acumulado.

 

Susana Nobre

Graham Douglas

 

Joaquim es un portugués que abandonó el país en 1972, antes del final de la “dictadura” de Salazar, y pasó 20 años en Estados Unidos, realizando todo tipo de trabajos, como conductor de taxis y limusinas.

Antes había trabajado reparando aviones, y pasó un tiempo haciéndolo para el ejército en Angola durante la guerra colonial, donde empezó a ver la pobreza a la que se enfrentaban los africanos.

Esa historia, entre otras muchas, se cuenta en el primer largometraje de Susana Nobre, la directora, “Tempo commun” (Tiempo ordinario, 2018).

En ambas películas vemos el talento de la directora para los retratos de personajes en primer plano, y en la primera película la intimidad lenta entre parejas y amigos se comunica al espectador con un tipo de simpatía que he llegado a considerar característicamente portuguesa.

La vida tiene sus aventuras, pero estas películas se ocupan de las corrientes más profundas, no de los insolentes dramas de la superficie.

El Programa de Nuevas Oportunidades en Portugal, donde la directora conoció a Joaquim, se cerró en 2011, pero durante ese tiempo pasaron por él cientos de personas, con el objetivo de convertir los registros de su experiencia vital en un medio de empleo, para aquellos que a menudo se habían visto obligados a dejar la escuela después de sólo su cuarto o sexto año debido a la pobreza familiar.

Joaquim

Sin embargo, la nueva película “Jack’s Ride” no es directamente un documental, sino una categoría entre la realidad y la ficción, que -al menos para este espectador- se disfraza de realidad.

Joaquim es una persona real, pero algunos de los episodios de la película pueden no serlo, como el de la deuda de 2.000 dólares, aunque seguro que le ocurrieron a alguien en algún lugar. El espectador decidirá por sí mismo, o tal vez salga del cine preguntándose si a él también le han “tomado el pelo” ella y Jack.

The Prisma habló con Susana Nobre tras la proyección de su película en el Festival de Cine Berlinale, realizado en la primera semana de marzo.

¿Cómo conoció a Joaquim?

Fue mientras trabajaba en el programa Nuevas Oportunidades. Era muy importante en Portugal en 2008, durante la crisis económica, y los adultos desempleados que no habían completado sus estudios estaban obligados a asistir como condición para recibir las prestaciones.

Quería hacer un documental sobre ello, y conseguí un trabajo como técnica dentro del programa en Vila Franca da Xira, cerca de Lisboa.

Pero la película se hizo en 2019.

Sí, fue el resultado de nuestra amistad durante este largo período, y él ya había aparecido en otras 2 películas mías.

Su peinado y el colgante de oro, me ha recordado a Elvis Presley. Parece que su periodo en Estados Unidos sigue siendo una influencia en su vida.

Sí, es muy común entre los inmigrantes, y en su caso, creo que es como una protección que le hace sentirse joven y fuerte.

Joaquim parece una persona muy positiva y decidida, y no tiene miedo de desafiar la situación en la que se encuentra, por ejemplo levantando la valla con su montacargas por la noche para que sus compañeros puedan irse a casa mientras él les ficha como si hubieran estado trabajando toda la noche.

Hay una gran comunidad de portugueses viviendo en Newark, Nueva Jersey. Es muy bonito que recuerde ese episodio, porque muestra su solidaridad con otros inmigrantes.

Y cuando le ves a él y a su amigo practicando inglés después del trabajo, y compartiendo los gastos de un profesor, es muy difícil imaginar que eso ocurra en una pequeña ciudad de Portugal durante la dictadura. La gente mantenía su cabeza agachada.

Susana Nobre

El asunto de la solidaridad vuelve a surgir al final de la película, cuando la mujer africana le cuenta un incidente racista en el que una mujer le dijo que se alejara de su hijo. ¿Era alguien que conocía o le pidió que representara la escena?

Es una persona real, pero no se conocían.

Quería introducir algunos fragmentos de experiencias que escuché de otras personas que participaban en el programa Nuevas Oportunidades.

Y creo que es apropiado para él, porque su actitud es la de un ciudadano del mundo.

Nueva York está dividida en diferentes zonas raciales, y cuando él era taxista, siempre decía que iría a cualquier sitio con tal de que le pagaran, no tenía prejuicios.

Pasa mucho tiempo cuidando a su amigo Rato, con el que estuvo durante su servicio militar en África, y que ahora está ciego por la diabetes. Pero sólo habla de Estados Unidos. ¿Es porque no quería hablar de África?

Habló más de esto en otra película que hice, “Tempo commun”, así que no quise repetirlo. Y se sentía privilegiado porque al trabajar como mecánico estaba exento del combate.

En África, y mientras él estaba en Estados Unidos antes de 1974, otros jóvenes estaban luchando en una guerra. Pero creo que esto es algo que no se explica bien en la película.

Me desconcertó que sólo parece hablar de sus experiencias laborales en EE.UU., pero también debe tener recuerdos de la vida social. Su vida allí era mejor y podía permitirse disfrutar.

Recordemos que él también me dirigía en la película, y estaba claro que había cosas de las que no quería hablar. Tuvo hijos mientras estuvo allí. No insistí.

Me interesa su personaje, porque cuenta sus historias de una manera muy tranquila, sin ningún drama, pero de repente se cruza una línea roja y cambia, y amenaza al tipo que le debía dinero.

Sí, es un personaje complejo, como la mayoría de la gente, pero también es una cuestión de ser un inmigrante en un país extranjero. La comunidad es fuerte, pero también hay que mirar por uno mismo.

No habla mucho de Portugal, ni de estar cerca de la jubilación.

Pasa mucho tiempo con su novia, y siempre está ocupado yendo a ver a la gente, asistiendo a fiestas, y pasa tiempo con Rato, así que no creo que le preocupe mucho la jubilación.

¿Tiene algún otro proyecto en marcha?

Este año estoy empezando a trabajar en un nuevo largometraje de ficción. Es una comedia melancólica sobre el duelo. El personaje principal es una mujer de 40 años cuyos padres han muerto y ella empieza a vivir una especie de segunda vida adolescente. Se mete en algunas situaciones cómicas, pero hay un aspecto melancólico porque el lugar donde nació está a punto de desaparecer.

(Traducido por Mónica del Pilar Uribe Marín) Fotos suministradas por Susana Nobre

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