Puedes disfrutar de una película de Almodóvar pero preguntarte si lo haces por las razones equivocadas: puede que te dejen especulando más sobre la coordinación de los colores que sobre los ángulos de la cámara, reflexionando sobre el interior cutre-chic de tu piso en lugar de la interioridad de un personaje.
Su nueva película, «Madres paralelas» (Parallel mothers, 2021), pone fin a tales especulaciones triviales abordando un tema que llega al corazón de la historia reciente de España: los civiles (más de 100.000) que durante la guerra civil española y la dictadura de Franco desaparecieron, pero cuyos cuerpos nunca se han recuperado.
El cine de Pedro Almodóvar ha sido asociado con algunas de sus películas, convirtiéndolo en el favorito de aquellos que pensaban que el posmodernismo era la última palabra en estética, pero “The cinema of Pedro Almodóvar” (El cine de Pedro Almodóvar) está lejos de ser un estudio superficial del mayor cineasta vivo de España. Sus alocadas primeras películas, realizadas antes de cofundar con su hermano la productora El Deseo, son inseparables de la movida contracultural. Su debut «Pepi, Luci, Bom y otras chicas como mamá» (1980) se disfruta mejor como una celebración rebelde de la muerte del régimen franquista.
El libro de Sánchez-Arce sitúa «Entre tinieblas» (1983) en el contexto del cine popular español del franquismo y su enfoque en el folclore y el sacerdocio.
Las películas que vienen después son asuntos muy estilizados, como «Matador» (1986) con su exploración de la tauromaquia como símbolo por excelencia del alma española.
En el capítulo dedicado a esta película («Faking Spain») se considera que perpetúa los mitos de la españolidad y se señala que el Ministerio de Cultura del país cubrió el 50% de los costos de producción.
En retrospectiva, la exuberante adopción por parte de Almodóvar de los tropos posmodernistas -múltiples narrativas y puntos de vista, mezcla de arte elevado y bajo, pastiche, etc.- parece inevitable para un director de cine que rechaza el legado cultural del pasado y busca nuevos modos de expresión.
Esto impulsó su ascenso al estrellato, transformando su reputación de autor clandestino en director de renombre internacional. Se ganó al público con películas como «Todo sobre mi madre» (1999), que combina el exceso y el melodrama característicos del director con, según sus propias palabras, un viaje por el «túnel de la memoria».
La búsqueda del personaje de Esteban para conocer los antecedentes de su familia es paralela a la necesidad de España de enfrentarse al pasado.
La película de Almodóvar realizada un año antes, «Carne trémula» (1997) fue la primera en hacer una referencia explícita al régimen de Franco.
El contraste de la película entre un comienzo apagado, en blanco y negro, ambientado en 1970, y los colores vibrantes de un período de veinte años más tarde, podría sugerir una sensación de progreso histórico.
Pero Sánchez-Arce argumenta que la forma de la película -su insistente circularidad- socava su contenido y cuestiona la narrativa nacional de la recuperación de España de los crímenes del pasado.
“The cinema of Pedro Almodóvar” es un estudio inteligente y minucioso de todas las películas hasta «Dolor y Gloria» (2019), mostrándolas como reflexiones matizadas y políticas sobre un ajuste de cuentas con el franquismo.
“The cinema of Pedro Almodóvar”, de Ana María Sánchez-Arce, está publicado por Manchester University Press.