En Foco, Opinión

Se quema un libro, se quema un diálogo

Resulta difícil entender el propósito de la acción de la quema de El Corán, como también lo es responder la pregunta de si el parlamento turco aprobará solicitud de Suecia para unirse a la OTAN. La lógica de los acontecimientos indica que, junto a las acciones vandálicas, también se quemó el progreso del diálogo entre Suecia y Türki  ye  en un futuro previsible.

 

El pasado  28 de junio todo el mundo islámico celebraba su tradicional Eid al-Adha, la principal festividad de los musulmanes. De pronto, Salwan Momika, un iraquí de 37 años, argumentando que iba contra un objeto “que llama a la violencia y al asesinato”, pisoteó El Corán y luego le prendió fuego.

Esto ocurrió en Estocolmo Suecia, frente a la gran mezquita y el acto mantiene aún viva la indignación no solo de los musulmanes sino también de muchos que sienten que se trató de una acción de odio étnico y racial. Según especialistas en el tema, el nuevo acto vandálico contra el libro sagrado de los musulmanes con el pretexto de la democracia y la libertad de expresión, no le facilitará al país escandinavo el ingreso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Y es que el 27 de junio, la policía del país emitió un permiso para quemar el Corán frente a una mezquita de la capital en el distrito de Södermalm, cuando todo el mundo islámico celebra Eid al-Adha.

Las autoridades del orden público se guiaron por la decisión del Tribunal Administrativo de Estocolmo, que consideró la acción como legítima, pues el permiso fue otorgado al iraquí Salwan Momika, de 37 años, quien realizó el hecho al afirmar que cumplía con un acto de democracia.

Por supuesto, Salvan no habla sueco, y sus palabras fueron transmitidas a su audiencia por un intérprete ante la presencia de unos 200 testigos.

Ya el 21 de enero, un danés de origen sueco, conocido extremista y neonazi Rasmus Paludan, había ejecutado semejante atrocidad frente a la Embajada de Türkiye en Estocolmo, la cual fue fuertemente condenada por Estambul, y tensó las relaciones entre ambas naciones.

En mayo de 2022, Finlandia y Suecia solicitaron conjuntamente unirse al bloque militar, y el 4 de abril de este año, el primero logró su objetivo, mientras los parlamentos de Türkiye y Hungría aún no han aprobado la solicitud de Suecia.

De acuerdo con la Carta de la alianza noratlántica, cada país debe ratificar la solicitud del nuevo miembro propuesto a través de su parlamento nacional.

Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, presentó desde el año pasado una serie de requisitos para que Suecia se una a la OTAN, a las cuales el país escandinavo respondió y, entre otras medidas, anunció que arrestaría a Paludan si entraba a su territorio nacional.

Ahora la travesura de Paludan fue repetida por un nativo de Irak, una persona al azar que, según analistas locales, fue contratada por alguien.

¿Pero con qué objetivo se cometió el hecho, solo para demostrar al mundo que la democracia sueca sigue viva?

De hecho, estas son las convulsiones de la democracia sueca, pues las acciones de barbarie y vandalismo no pueden llamarse democráticas y no en vano, después de la quema del Corán Momika es sospechoso de incitar al odio interétnico. Por supuesto, hubo momentos en que la mera mención de la democracia hizo que la gente se sintiera eufórica, pero esos días pasaron. PL

(Fotos: Pixabay)

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One Comment

  1. Salwan Momika tiene suerte (sabiduria) de sequir con vida. De haber hecho tal cosa en pais musulman la muchedumbre le habria matado en el acto y sin sequelas legales.
    O toda forma de manifestacion no violenta es legal y aceptable o existe una forma de fascismo (politica o religiosa la distincion es poco!)
    Mejor seria la salida de Turqia de OTAN.

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