En Foco, Opinión

Periodismo crítico confronta perspectivas dominantes

El periodismo crítico responde a las visiones de los agentes dominantes, al reunir textos e imágenes que exponen evidencias adicionales que de otra manera serían descartadas, y abre la posibilidad al análisis.

 

Mabel Encinas

 

A diferencia del periodismo que perpetúa el status quo y no cuestiona lo que sucede, el periodismo crítico confronta las perspectivas dominantes.

Este tipo de periodismo sólo puede existir en un contexto en que la real libertad de expresión y pensamiento se respeta.

Mientras que los medios de comunicación dominantes y comerciales construyen las noticias a partir de aceptar ‘hechos’ como ‘descripciones’, a menudo basadas en reportes oficiales y comunicados de prensa (e impregnados de presuposiciones dominantes), el periodismo crítico nos trae nuevas visiones del mundo que ofrecen un sentido complejo a las realidades en que vivimos. También nos ayuda a plantear preguntas sobre las situaciones presentadas y amplía nuestra visión de esos ‘hechos’.

El periodismo crítico responde a las visiones de los agentes dominantes, al reunir textos e imágenes que exponen evidencias adicionales que de otra manera serían descartadas, y abre la posibilidad al análisis.

Este tipo de periodismo nos ayuda a reconfigurar nuestro entendimiento.

Por esta razón, el periodismo crítico está cargado con una energía que esperanzadamente nos anima (como lectores de los medios) a participar en el cambio del mundo desde los espacios particulares en que actuamos.

Gracias al periodismo crítico de investigación, podemos escuchar voces alternativas que no han sido escuchadas y podemos explicar inconsistencias y contradicciones que no son explicadas por la información presentada por los medios dominantes.

Necesitamos el periodismo crítico para dar sentido al mundo, particularmente cuando lo que obtenemos de las noticias dominantes y comerciales no coincide con nuestras experiencias, y no explica los problemas más básicos que encaramos de manera cotidiana.

El periodismo crítico supera el miedo gracias a la esperanza de que las cosas cambiarán si nosotros, el público en general, nos informamos.

Por tanto, abre posibilidades a la acción colectiva.

Sin embargo, es nuestra responsabilidad como lectores(as) producir cambios a partir de involucrarnos en los asuntos de vital importancia, como la privatización de bienes y servicios, los planes de ‘fracking’, el aumento en las prerrogativas a las compañías privadas en relación con los impuestos, la precariedad del trabajo, la culpabilización de los migrantes, los recortes en el gasto social y los asuntos de corrupción, por mencionar algunos.

Nosotros, los lectores de a pie, no podemos aceptar que los periodistas sean asesinados.

Parte del proceso de negociar nuestro presente y nuestro futuro involucra tener acceso a una visión alternativa y más amplia del mundo.

Leer no es solamente posar los ojos en un texto o foto.

Siguiendo a Paulo Freire, leer es leer el mundo. Un texto producido por periodistas es parte de un contexto y nuestra lectura del texto es parte de nuestra participación en el mundo. Esto explica el por qué leer es parte importante de la reescritura de contextos, de la reescritura del mundo. Rubén Espinosa es uno de los cuarenta periodistas que han sido asesinados en México durante el gobierno de Peña Nieto.

Nosotros, lectores, no podemos aceptar que las voces críticas sean silenciadas si tenemos el propósito de vivir en un mundo mejor.

(Fotos: Pixabay)

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