El Secretario General del Sindicato Nacional de Trabajadores Ferroviarios, Marítimos y del Transporte (RMT) saltó a la fama en 2022, cuando sus afiliados se declararon en huelga.
Sean Sheehan
Sus entrevistas televisivas con periodistas de pacotilla como Piers Morgan y Richard Madeley son legendarias y, para recordar a los lectores lo buenas que eran, Gregor Gall incluye extractos impresos de ellas en su esclarecedora biografía «Mick Lynch».
Más recientemente, Lynch ha vuelto a las noticias con el periódico The Guardian informando de cómo ha dicho que los votantes deben «madurar» y aceptar el hecho de que un gobierno de Starmer es la única alternativa al actual.
Esto es desalentador de leer, pero el texto completo de la entrevista no es tan accesible como el titular y The Guardian, más asiduo a persuadir a la gente a votar por el laborismo liderado por Starmer, no escatima en presentar las noticias de manera que se adapten a su agenda.
Después de leer esta biografía, es difícil pensar que Lynch alberga alguna ilusión sobre el líder laborista y sus mentiras en serie, y hay esperanzas de que no se doblegue ante el autoritarismo que uno sospecha que se convertirá en el sello distintivo de un gobierno de Starmer. Este libro no es una biografía abueida o novelada , y pone la clase social en primer plano al examinar cómo Lynch se convirtió en el líder de su sindicato.
Nacido en el seno de una familia londinense de origen irlandés, se convirtió en activista del RMT tras incorporarse a Eurostar como electricista, aunque su motivo, tras ser incluido en la lista negra del sector de la construcción, era «esconderse y ganar algo de dinero durante seis meses». Tenía 54 años antes de ocupar un cargo oficial en el sindicato y, según Gall, su identificación con la clase trabajadora y su política directa le ayudaron a convertirse en Secretario General.
Es un socialista pragmático y hay claras similitudes entre él y Jeremy Corbyn y John McDonnell. Como ellos y su gran predecesor en el RMT, Bob Crow, da voz a un radicalismo moderado que los medios de comunicación tratan de retratar como extremismo por el peligro de que demasiada gente les apoye.
Gregor Gill ha escrito un relato perspicaz y bien informado que analiza la posición de Lynch y el estado de las relaciones laborales a las que tiene que enfrentarse hoy en el Reino Unido.
Para Gall, un hombre blanco, heterosexual, ingenioso y de gran inteligencia se convierte en un prisma para analizar cuestiones de poder, clase e ideología. Todos los sindicalistas aprenderán algo de la lectura de este libro. Habrá que recordar lo que Lynch dijo a Novara Media en septiembre de 2023 si -como parece muy probable- un gobierno laborista resulta en lo esencial no ser tan diferente de uno conservador: «Nadie recuerda a los que acatan la opresión. La gente recuerda a los mártires de Tolpuddle… a los cartistas… 1926, y la huelga de los mineros. No porque se rindieran, sino porque lucharon. Eso es lo que tenemos que hacer».
“Mick Lynch: the making of a working-class hero”, de Gregor Gall, publicado por Manchester University Press.
(Traducido por Monica del Pilar Uribe Marin)
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