Yaser Al-Sayegh comenzó su carrera como reportero centrado en llevar las noticias occidentales al público de Oriente Medio. Ahora hace lo contrario a través de su Iraq International News Agency, que ofrece cobertura multimedia original de Irak para su distribución en todo el mundo. Serie de The Prisma «Periodistas e inmigrantes en el RU».
Robert Desborough
Yaser Al-Sayegh, nacido en Bahréin, llegó al Reino Unido con un visado de estudiante en 1982.
Estudió Comunicación Audiovisual en la universidad, pero le resultó casi imposible acceder al sector como inmigrante, lo que le obligó a alternar otros empleos -desde trabajar en un restaurante a trabajar como taxista- para llegar a fin de mes.
Irónicamente, dadas las barreras a las que se enfrentaba personalmente por su acento y su dominio del idioma, Yaser veía en el periodismo un medio de fomentar el intercambio cultural. «Los [británicos] no conocían Oriente Medio y los de Oriente Medio no sabían nada de los británicos. No había confianza entre culturas, sólo violencia y conflicto. Me veía a mí mismo como un mensajero que podía llevar la cultura británica a Oriente Próximo y decir: «Mira, los británicos son buena gente, tienen respeto, son amables, sonríen'», explica.
Por el contrario, Yaser cree que el público occidental tampoco comprende las culturas de Oriente Medio.
«Mucha sangre, lo llamo. [Mucha] sangre derramada, digo, muchas tragedias en la región», describe Yaser. Pero parece igualmente contrario a que se unifiquen las culturas de Oriente Próximo en historias de devastación de un solo tema, cuando en realidad cada una tiene sus propias y ricas historias, matices y tipos de falafel.
«Todo el mundo [en el Reino Unido] conoce el falafel. Pero, ¿es mejor el falafel sirio, o el iraquí, o el egipcio, o el libanés, o el palestino? Nadie lo sabe», ríe. Su entrada oficial en el periodismo tras terminar la universidad fue como reportero que cubría las diversas protestas occidentales contra la guerra de los años noventa y principios de los noventa para el público de Oriente Medio. Yaser escribió innumerables cartas y correos electrónicos a diversas instancias de poder en el Reino Unido y otros países -desde la Cámara de los Lores y el Ministerio de Defensa hasta el Parlamento Europeo- implorándoles que dejaran de atacar a la población civil iraquí con ataques aéreos.
Con el tiempo, la carrera de Yaser giró hacia la difusión de noticias iraquíes al público occidental. Ahora es director de Irak International News Agency (IINA), una agencia de prensa regulada por Impress que cuenta con un equipo de recopilación de noticias sobre el terreno en Irak y una oficina en Londres.
Fundada justo antes de la pandemia de Covid-19 en 2020, IINA careció de apoyo financiero en sus inicios y dependió de la publicidad y de los contenidos patrocinados por la ONU para despegar. Parte del reto consistía en que los reporteros necesitan y merecen una remuneración adecuada por su trabajo, lo que sigue siendo un desafío especial en contextos de medios de comunicación independientes. «Al fin y al cabo, los periodistas que trabajan con nosotros necesitan sobrevivir. Necesitan vivir, comer, salir, relajarse; si no tienes dinero, tu mente estará ocupada en vivir, pero necesitas una mente relajada para hacer tu trabajo», explica Yaser.
A pesar de estos retos, Yaser describe el periodismo independiente como «más sano» que las alternativas dominantes. Los periodistas no están obligados a seguir una determinada línea editorial ni a satisfacer los deseos de los hombres de negocios.
Sin embargo, Yaser no pierde de vista los desafíos que plantea la cobertura de la actualidad iraquí, donde la desinformación y la falsedad campan a sus anchas, hasta el punto de que a los propios periodistas les resulta difícil averiguar lo que está ocurriendo. La dificultad de la verificación adquirió una urgencia especial durante la guerra de Irak de 2003, en la que el entonces Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el entonces Primer Ministro del Reino Unido, Tony Blair, utilizaron las acusaciones de que Sadam Husein aún poseía arsenales de armas de destrucción masiva (ADM) como pretexto para emprender la guerra.
«Dios sabe cuántas personas han muerto en Irak y Siria por culpa de esta desinformación», afirma Yaser.
Y cuando se trata de pedir cuentas al gobierno iraquí, por ejemplo investigando presuntos casos de corrupción o abusos, los periodistas pueden encontrarse fácilmente con graves problemas. A pesar de la falta de libertad del sector de los medios de comunicación en el Reino Unido, está más profesionalizado, el acceso a la información es más transparente y hay pocas repercusiones concretas si se cae en desgracia con el gobierno.
Por eso, aunque el IINA sigue dedicado a los principios básicos de la recopilación de noticias, el medio se centra sobre todo en obtener las «buenas» noticias sobre Irak, en parte también como antídoto a la gran cantidad de cobertura de Oriente Medio producida en Occidente que se centra únicamente en los aspectos negativos. Las directrices editoriales del IINA, explica Yaser, se centran en última instancia en dar prioridad a los intereses del pueblo iraquí, así como a la seguridad, el desarrollo económico y el patrimonio de la nación.
(Traducido por Monica del Pilar Uribe Marín) – Fotos facilitadas por el entrevistado