Todo comienza una noche, cuando llaman a la puerta de una casa cualquiera de Dublín. Eilish Stack vive allí con su marido, Larry, y sus cuatro hijos.
Sean Sheehan
Es funcionario de un sindicato de profesores y resulta que está fuera cuando dos policías que llaman a la puerta piden hablar con él. No se preocupa, le dejan amablemente su tarjeta y se marchan. Eilish intuye que algo va mal.
Todo lo que sucede en “Prophet song” (Canción de profeta) se cuenta desde la perspectiva de Eilish, y el autor, Paul Lynch, se sirve de ella para crear y mantener una creciente sensación de inquietud. El lector se entera de que la policía forma parte de una nueva fuerza de seguridad creada por un gobierno decidido a sofocar la disidencia e imponer su sentido del orden a la población. Este trasfondo se va filtrando poco a poco en la trama a medida que Eilish cuida del bebé Ben, de Baily, de 12 años, de Molly, de 14, y del hijo mayor, Mark, de 17.
Cuando Larry desaparece inexplicablemente, el factor de alarma aumenta y sigue creciendo. Eilish no puede averiguar qué le ha ocurrido y se convierte en uno de los «desaparecidos», mientras el gobierno se vuelve cada vez más intolerante con las críticas. Palabras como internamiento, emergencia nacional y disidentes son utilizadas a medida que crece el malestar civil. Hay referencias ocasionales a la preocupación de otros países, pero Irlanda, como país independiente, sigue su propio camino.
“Prophet song” ha recibido muchos elogios, sobre todo desde que ganó el Premio Booker 2024 y el jurado de ese galardón la aclamó como “un logro notable para un novelista captar las ansiedades sociales y políticas de nuestro momento de forma tan convincente”.
Las angustias son las de una clase dirigente liberal aterrorizada ante la idea de que su orden político y social pueda derrumbarse en un conflicto civil.
Ver en las pantallas escenas de caos en Gaza es una cosa, pero la idea de que la sociedad pueda fracturarse y volverse violenta en masa en un país europeo moderno es una pesadilla.
La novela de Lynch es la pesadilla vivida por Eilish a plena luz del día, mientras los helicópteros de combate surcan el cielo de Dublín «como una punta de flecha que se fragmenta lentamente». Cuando un saco de cemento se cae de un camión y una brisa agita su contenido, los soldados que lo rodean miran “como si un derviche hubiera llegado entre ellos de alguna guerra extranjera con los ojos cerrados y los brazos extendidos”.
A Lynch es bueno para trazar el colapso social vivido por una madre que lucha por mantener unidos a sus hijos. La visión de un país colapsado es fácilmente tachable de distópica, pero resultará demasiado familiar a quienes se conviertan en refugiados y huyan a Europa Occidental.
Lynch es muy consciente de ello: ¿Por qué en Occidente somos tan poco empáticos con los refugiados que inundan nuestras fronteras? “Prophet song” es, en parte, un intento de empatía radical. Para comprender mejor, primero debemos experimentar el problema por nosotros mismos. Por eso he intentado profundizar en lo distópico aportándole un alto grado de realismo”.
“Prophet song”, de Paul Lynch, ha sido publicado por One World.
(Traducido por Camila Marquez) – Fotos: Pixabay