Colombia se ha convertido en el último país en prohibir el matrimonio infantil sin excepciones, después de que el Senado aprobara la legislación el miércoles 13 de noviembre de 2024. Esta nueva ley representa un paso crucial en la protección de los derechos de las niñas y adolescentes al prohibir el matrimonio infantil y las uniones maritales de hecho sin excepciones para las personas menores de 18 años.
Al prohibir el matrimonio infantil y las uniones tempranas, Colombia hace una clara apuesta por la igualdad de género y los derechos de las niñas y adolescentes. Esta reforma histórica cierra un va formas de violencia.
Matrimonio infantil en Colombia
Colombia ocupa el undécimo lugar en América Latina y el Caribe y el vigésimo a nivel mundial en cuanto a adolescentes que se casan o contraen uniones tempranas antes de los 15 años. Estas violaciones de los derechos humanos perpetúan los ciclos de pobreza y exponen a las niñas a graves riesgos, como la violencia sexual y doméstica, los embarazos precoces y el abandono escolar, especialmente en las comunidades rurales, afro e indígenas. Como ocurre en muchas partes del mundo, los matrimonios infantiles y las uniones tempranas en Colombia suelen implicar a hombres mayores y niñas más jóvenes. Esta diferencia de edad puede crear un desequilibrio de poder sustancial en la relación, dando al marido más autoridad, tanto social como económica, y dejando a las jóvenes esposas más vulnerables a diversas formas de explotación y abuso, incluida la violencia doméstica.
Una victoria histórica
La sociedad civil colombiana ha luchado largo y tendido por esta reforma fundamental. El proyecto de ley recientemente aprobado es el noveno que pretende acabar con el matrimonio infantil, ya que los ocho anteriores no prosperaron.
Es muy alentador para los defensores de los derechos de la mujer en Colombia y en todo el mundo ver por fin que el resultado de años de trabajo dedicado y colaboración da sus frutos cuando los esfuerzos legales anteriores han fracasado.
En agosto de 2024, Igualdad Ya publicó un informe político, Acabar con los matrimonios y uniones infantiles, precoces y forzados en Colombia, en el que se analizaba la situación actual en Colombia, los marcos de derechos humanos internacionales e interamericanos pertinentes, así como el impacto de la (entonces) legislación propuesta. El informe político argumentaba que la aprobación del proyecto de ley es esencial para erradicar los matrimonios y uniones infantiles, precoces y forzados en Colombia y para garantizar el cumplimiento por parte del país de sus obligaciones en virtud del derecho internacional y regional de los derechos humanos.
Además, Igualdad Ya presentó un amicus curiae ante la Corte Constitucional, aportando insumos técnico-jurídicos para fortalecer el debate. Junto con organizaciones locales y regionales como Girls Not Brides, Profamilia, Poderosas, Fundación Juanfe, La Colada, Las Guaguas y Genfami, elaboramos un documento de incidencia titulado «8 cosas que debes saber sobre el matrimonio infantil y las uniones tempranas en Colombia«, que se compartió con los senadores durante varios debates.
Un desayuno de promoción con socios y senadores durante la Primera Conferencia Ministerial Mundial sobre la Violencia contra los Niños supuso un impulso final crucial para la aprobación del proyecto de ley, y el Presidente del Senado se comprometió a dar prioridad a la votación en el orden del día de la sesión plenaria, una promesa que ya se ha cumplido.
Colombia, como signataria de varias convenciones internacionales, está obligada a respetar las normas que prohíben explícitamente el matrimonio antes de los 18 años. El matrimonio infantil está reconocido como una grave violación de los derechos humanos en instrumentos internacionales como la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, conocida como Convención de Belém do Pará. Al eliminar la vía legal para que los niños contraigan matrimonio, Colombia ha alineado su normativa con las normas internacionales de derechos humanos.
Por qué es importante esta ley
Al prohibir el matrimonio infantil, la ley anima a las familias y comunidades a dar prioridad a la educación y el desarrollo personal de las niñas. Esto no sólo mejora sus perspectivas económicas a largo plazo, sino que también refuerza su capacidad para hacer valer sus derechos.
La nueva ley también incluye disposiciones para programas educativos de concienciación sobre las causas y consecuencias, el establecimiento de un Programa Nacional de Atención Integral a Proyectos de Vida para niños y adolescentes, e informes anuales del Ministerio de Igualdad y Equidad al Congreso, evaluando los avances y logros de la ley. La aprobación de la ley es sólo el primer paso. Erradicar el matrimonio infantil requiere algo más que legislación. La aplicación efectiva es crucial y debe ir más allá de una prohibición total, abordando las causas profundas de los matrimonios y uniones infantiles, precoces y forzados. El verdadero impacto de la ley dependerá de un firme compromiso con su aplicación y de un enfoque interseccional.
*Tamara Rusansky, miembro de Equality Now.
(Traducido por Camila Marquez) – Fotos: Pixabay