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Fotografiar el pasado en el presente

El Prix Pictet es un premio internacional para fotógrafos por su trabajo de concienciación sobre importantes cuestiones medioambientales y sociales. «Collage» es el título del libro que reúne a algunas de las fotógrafas que han sido nominadas o preseleccionadas para el premio desde su creación en 2008.

 

Alixandra Fazzina.  Hargeisa, Somaliland, region de Somalia, 2018.

Sean Sheehan

 

El libro se abre con un homenaje a Graciela Iturbide a través de una conversación con ella mantenida por Michael Benson, Director del Prix Pictet. Le sigue un ensayo de Sally Mann, galardonada con el premio en 2021, en el que reflexiona sobre su trabajo en el sur de Estados Unidos, «atormentado por el dolor, la crueldad y la muerte».

El título del fotolibro de Alixandra Fazzina, “A million shillings – Escape from Somalia” (Un millón de chelines – Huida de Somalia), procede del pasaje (unas 50 libras esterlinas) que pagaban los refugiados que huían de Somalia y Etiopía con la esperanza de cruzar el Golfo de Adén para ponerse a salvo a través de Yemen. Ahora, diez años después, los refugiados huyen de Yemen para salvar sus vidas: «Una parábola para nuestro tiempo, que desenreda las poderosas metanarrativas que ocultan los vínculos entre el sufrimiento humano y el conflicto prolongado.

Polly Braden, fotógrafa documental afincada en Londres, retrató el impacto de las medidas de austeridad del gobierno en las familias monoparentales de Inglaterra en su proyecto Holding the Baby. Se trata de un proyecto participativo, en el que algunos de los fotógrafos son los propios padres.

An-My Le. Set (Free State of Jones), Battle of Corinth Bush, Lousiana, 2016.

Captan, dice, «el sentido de la aventura, el optimismo, la creatividad y la ambición de las familias, que trascienden sus dificultades».

La Guerra Civil tiene un valor político en la política contemporánea de Estados Unidos: celebrar a los confederados, honrar a quienes apoyaron la esclavitud, es una forma poco sutil de no disociarse de las expresiones de supremacía blanca. Otros afirman que la Confederación es un símbolo de orgullo sureño, no de racismo.

Esta diferencia de opinión tiene una dimensión visual y sale a relucir en las controversias sobre las estatuas de individuos confederados (pensemos en el derribo de la estatua de un traficante de esclavos, Edward Colston, en Bristol, Reino Unido, en 2020).

Durante la Guerra Civil estadounidense, las fuerzas de la Unión asediaron una ciudad confederada llamada Corinth, que apareció en una película de 2016, “The free State of Jones”. La fotografía de An-My-Lê en el set de rodaje de la película plantea interrogantes sobre la naturaleza inestable del recuerdo de la Guerra Civil en Estados Unidos. Un set de rodaje de una película histórica es un acto de imaginación, configura el pasado de una manera particular, y los estadounidenses intolerantes pueden recordar la Guerra Civil a través de su propia lente ideológica.

Polly Braden. Barbeline con Elijah, 2021.

La memoria tiene a menudo un aspecto imaginativo, recordamos el pasado de formas que se adaptan a nuestras disposiciones actuales y de formas que pueden ocultar cuestiones de raza, clase y riqueza.

Aquí sólo se presta atención a tres de las fotografías de «Collage»; hay unas sesenta más en el libro y en su mayoría son, a menudo de formas muy diferentes, imágenes impactantes y memorables.

Retratan la exclusión y las experiencias de un pasado compartido en un futuro incierto y en desarrollo.

«Collage: Las mujeres del Prix Pictet desde 2008» ha sido publicado por Gestalten.

(Traducido por Monica del Pilar Uribe marin) – Fotos facilitadas por la editorial

 

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