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Mexico estudia cómo enfrentar inminente crisis económica  

Ante el coronavirus, los economistas predicen que las cifras de abril serán desastrosas para Estados Unidos, con una tasa de desempleo de dos dígitos y hasta 20 millones de empleos eliminados. México está viendo arder las bardas de su vecino y remoja las suyas.

 

Luis Manuel Arce Isaac

 

La pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 causante de la enfermedad Covid-19, sacó a flote una teoría del desastre según la cual la debacle financiera de 2008-2009 se repetirá en 2020 pero en una escala mayor. Algunos la llaman ‘crisis viroeconómica’.

La alerta lanzada por la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Gueorgieva, de que la recesión que se avecina es peor que la crisis financiera mundial de 2008, tiene en ascuas a México, el país que después de Estados Unidos sufrió con más severidad aquella depresión. Extrañamente, también fue ‘viroeconómica’ porque coincidió con la epidemia A (H1N1), que provocó en México la muerte de más de mil 500 personas.

Aquella crisis tuvo su origen en Estados Unidos y entre sus principales causas figuran fallos en la regulación económica, sobrevalorización de productos, crisis alimentaria y energética, así como crediticia-hipotecaria y de confianza en los mercados tras la caída del banco Lehman Brothers.

La crisis profundizó la de la deuda externa debido a la gran cantidad de dinero asignado a los rescates financieros y a la fuerte caída generalizada de los ingresos en la recaudación fiscal, algo en lo que no quiere caer el gobierno de López Obrador, como señala en su plan de recuperación económica.

En su informe trimestral a la nación, el mandatario mexicano presentó una intensificación de su plan general que aumenta de forma sustantiva los montos de financiamiento el alcance de algunos programas como el de reforestación.

Su idea básica es aumentar el empleo, asegurar el ingreso de la población y tratar de garantizar por esa vía que no haya una caída brusca del consumo nacional, mientras que mantiene los proyectos estratégicos como el aeroportuario, ampliación de extracción de crudo y refinación, construcción del tren maya y otros.

Lo diferente en 2020 con aquella crisis de 2008 es que mientras entonces el precio del petróleo superó los 100 dólares el barril e incluso llegó a un máximo histórico de 147, ahora bajó a su mínimo de 13,57, inferior a los más de 14 que cuesta extraerlo. Su recuperación ha sido lenta, pero la producción vuelve a ser rentable.

La crisis de 2008 en Estados Unidos tuvo una repercusión directa y muy negativa en México durante la presidencia de Felipe Calderón por la alta relación de su economía con la del vecino, lo cual ocurre también en estos momentos del coronavirus.

Las diferencias de ahora con aquel momento, son varias, pero entre las más destacadas están que las remesas de mexicanos se mantienen muy altas y en 2008 cayeron estrepitosamente.

También en que el Tratado de Libre Comercio (TLCAN) marcaba grandes desventajas para México pues estaba muy sometido a los intereses de los exportadores estadounidenses y canadienses, y el nuevo TMEC tiene un enfoque más pragmático y nacionalista al considerarlo López Obrador como un instrumento importante para estimular la inversión extranjera y garantizar sus exportaciones al norte.

Pero si se cumplen los pronósticos de que Estados Unidos está al borde de una caída abrupta e inevitable del empleo por el coronavirus, las remesas de mexicanos a su país podrían caer a niveles de 2008 y le sería mucho más difícil paliar los efectos demoledores de la crisis económica que vaticina la directora del FMI.

Reunión con Andrés Manuel López ObradoFPhoto: Wikipedia. Autor Presidencia El Salvador. Creative Commons Dedicación de Dominio Público CC0 1.0 Universal.

El plan presentado por López Obrador para la recuperación económica hace un énfasis principal en la importante cantidad de empleos que desea crear para impedir que un aumento del desempleo en Estados Unidos actúe en México con un efecto dominó como ocurrió en 2008 cuando la crisis se apoderó de todo el cuerpo nacional en su conjunto y dejó al país como un saco vacío y a merced de la corrupción y la impunidad.

La debilidad estructural de las finanzas altamente dependientes del precio del petróleo y la constante caída en la producción obligaron a elevar los impuestos y a instaurar otros nuevos. López Obrador dijo en su informe que hará todo lo contrario: no habrá aumentos ni impuestos nuevos.

En 2009, ya con más de mil muertos, la epidemia A(H1N1) empezó a ceder en México, pero siguió siendo usada como el chivo expiatorio para justificar la crisis, como hacen ahora algunos con el coronavirus que no es la causa de la que se avecina, aunque la influencia de la Covid es demoledora y hará más aterradores sus efectos. (PL)

(Fotos: Pixabay)

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