El asambleísta de Guayaquil ha recibido amenazas de muerte por criticar al gobierno de Lenín Moreno. Ahora está preparando la apelación de Rafael Correa, y confía que en 2021 ganarán las elecciones, porque “la ciudadanía aprendió a vivir 10 años de bienestar”.
Juanjo Andrés Cuervo
Pese a la epidemia global del Coronavirus, en Ecuador hay otro tema que ocupa las noticias de actualidad. Se trata de la sentencia al expresidente de Ecuador por el Caso Sobornos que se elaboró el 7 de abril.
Ese día, un Tribunal de la Corte Nacional de Justicia de Ecuador sentenció a ocho años de prisión al exmandatario Rafael Correa por el delito de “cohecho agravado”.
Es una situación que no sorprendió a Correa, quien una hora antes de la sentencia dijo: “No tengan la menor duda de que hoy nos van a condenar”. “Ya sabíamos la sentencia, esto es parte de una estrategia de Lawfare, es una persecución política”, recalca Ronny Aleaga Santos, asesor político especializado en logística, acción social y organización territorial, y muy involucrado en la defensa de Rafael Correa.
Aleaga Santos es Asambleísta de la Provincia del Guayas por la Bancada de la Revolución Ciudadana, el movimiento creado por Correa cuando comenzó su mandato en 2007 y que duró una década. Fue un período donde hubo mejoras en salud, educación, tecnología y agricultura. “Momentos de gloria que se extrañan”, explica Ronny.
Pero el Gobierno de Ecuador está empecinado en evitar que Rafael Correa se presente a las elecciones de 2021 como vicepresidente de Fuerza Compromiso Social.
Para ello el lawfare ha sido su arma, una táctica de manipulación de la derecha que se ha usado en América Latina en el siglo XXI y por la cual han caído gobiernos democráticos. Ha servido para expulsar del poder a Lula da Silva en Brasil, Cristina Fernández en Argentina, Evo Morales en Bolivia, al vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, entre otros.
Pese a la dificultad de defenderse ante la continua falsificación de datos y la persecución política, calificada por el propio Rafael Correa como el Plan Cóndor 2, Ronny Aleaga explica a The Prisma que “no hay que desmotivarse, tenemos los mecanismos para seguir luchando”. Y agrega: “Los sectores más vulnerables de la patria se han dado cuenta que la estrategia del Gobierno ha sido desviar la atención para tapar su incompetencia”.
¿Cómo se realiza un proceso de apelación, teniendo en cuenta la persecución política que ha recibido Rafael Correa?
Hemos entregado las pruebas, la última fue al abogado Fausto Jarrín, que se realizó a través de una pericia digital forense, en una compañía colombiana a la que se entregó la información. Por otra parte, las pruebas que ha presentado el Gobierno son forjadas, no corresponden a los años en que manifestaba la Fiscalía General del Estado en su presentación. Esto sería un elemento suficiente para que el cargo sea nulo.
Lamentablemente, esto es parte de una estrategia de Lawfare y no fueron acogidas esas pruebas.
Ya sabíamos la sentencia, se trata de una persecución política de manera descarada.
En medio de una crisis sanitaria mundial, el Gobierno encuentra tiempo para que la Corte Nacional de Justicia pueda sentenciar de manera ilegal y arbitraria a Rafael Correa, Jorge Glas y al resto de compañeros.
El Gobierno de Ecuador se encuentra embriagado de poder y tiene todos los poderes del Estado: la Asamblea, el poder judicial, el Consejo Nacional Electoral y el Consejo de Participación Ciudadana. Además, tienen el apoyo de la banca, los empresarios, y los medios de comunicación.
Pero cuando los abogados y juristas internacionales analicen el caso de una manera imparcial y objetiva, se darán cuenta de que todo esto fue orquestado. El Gobierno de Ecuador afrontará una justicia objetiva nacional.
Soy miembro de una bancada de 29 legisladores, hacemos todas las acciones que nos permite la ley y la Constitución. Cuando exista un gobierno democrático, el actual régimen tendrá que responder de manera política, civil y penal. Por ello, no hay que desmotivarse, tenemos los mecanismos para seguir luchando.
¿Afectará la sentencia a Rafael Correa a las opciones de Fuerza Compromiso Social ante Alianza PAIS de Lenín Moreno?
Mientras más fuertes sean los ataques, más invencibles nos harán. Los sectores más vulnerables se han dado cuenta que la estrategia del Gobierno es la de desviar la atención para tapar su incompetencia.
La ciudadanía aprendió a vivir 10 años de bienestar y de estabilidad durante el mandato de Rafael Correa, y extrañan aquellos momentos de gloria. Tenemos la plena confianza de que venceremos en 2021.
El pueblo se ha dado cuenta de que esto forma parte de una estrategia regional, como hicieron con Lula da Silva en Brasil, o con Cristina Fernández en Argentina.
También están los ataques sistemáticos contra Nicolás Maduro en Venezuela, y contra Evo Morales en Bolivia, quién ganando una elección democrática, fue destituido de forma arbitraria e ilegal, y en este momento hay un golpe de estado.
Es una estrategia que busca bloquear a los gobiernos progresistas. Es la estrategia de esa derecha recalcitrante que no entiende que, para tener una mejor convivencia entre seres humanos, hay que poner siempre al ser humano por encima del capital.
¿Están usando la crisis del Coronavirus para desviar la atención de la sentencia a Correa?
Miren hasta donde puede llegar la miseria humana, y los cálculos políticos, que las autoridades del país están haciendo campaña en medio de la tragedia.
En esta crisis del Coronavirus, se está pagando con la vida de nuestros hermanos ecuatorianos. Colapsó el sistema hospitalario y el sistema de medicina legal, y eso se debe a que desmontaron la institucionalización del estado y el sistema de salud pública.
Además, pusieron a personajes nefastos en su administración, hubo muchos actos de corrupción que sucedieron alrededor de la compra de insumos médicos.
Esta crisis sanitaria está afectando gravemente a la provincia de Guayas, en especial a Guayaquil, que ha sido el epicentro de los contagios masivos. En esta región ha habido muchas personas muertas que han estado dentro de sus domicilios hasta cinco días, y también en las calles.
¿Es posible que esa corriente progresista vuelva a ocupar un papel notable en América Latina, como sucedió en la primera década de los 2000?
Por supuesto, ese cambio es irreversible. La derecha se ha encargado de que el pueblo se dé cuenta del elevado nivel de bienestar de las clases más necesitadas cuando gobierna el progresismo. Y que se dé cuenta de la desatención y desinstitucionalización, la falta de acceso a servicios básicos, al sistema de salud y la educación, y la falta de obra, cuando gobierna una postura de derecha.
Lenín Moreno y Guillermo Lasso han quedado expuestos como lo que son: personas sin alma, sin corazón, a los que solo les interesa únicamente satisfacer sus deseos personales de auto realización y lucro económico.
No les importa la vida de los ecuatorianos, que han sufrido muchísimo, y que durante tres años han recibido el embate de medidas que atentan contra su bienestar. Ni cuando se debaten entre la vida y la muerte.
(Fotos: Pixabay)
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