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Coronanómicas: la nueva normalidad

Mientras los estados han respondido al Coronavirus con una ampliación de los poderes de confinamiento, así como con ayudas a los negocios combinadas con crecientes servicios sociales, un nuevo término se ha introducido en nuestro vocabulario.

 

 Steve Latham

 

“Coronanómicas” describe el proceso del creciente control gubernamental. En un rechazo al neoliberalismo, hasta la derecha ha adoptado unas políticas intervencionistas para garantizar el orden social y la supervivencia.

Lejos de que el neoliberalismo sea el único juego conservador en la ciudad, su primo, autoriario, estatista y corporativo, está preparando su regreso.

En estos momentos solo vislumbramos esta transición por instantes, ya que está muy lejos de llegar a su fin. En este punto, nuestro entendimiento evoca la serie de historias cortas de Italo Calvino, “Las cosmicómicas”.

Una colección pre-postmoderna de extrapolaciones de supuestos hechos científicos, estos cuentos tejen una colección de historias fantásticas de ciencia ficción.

En nuestro estado actual de conocimiento, en medio de un cambio histórico, todo lo que podemos esperar es una concatenación similar de las ‘coronanómicas’: miradas episódicas medio atrapadas en el zeitgeist.

Sin embargo, podemos obtener algo de perspectiva a través de las comparaciones históricas, como “El fatal destino de Roma: Cambio climático y enfermedad en el fin de un imperio, de Kyle Harper.

En un ensayo de la revista “Foreign Policy”, Harper postula que el Coronavirus está acelerando la historia “más allá de su punto de inflexión”.

En lugar de que la historia proceda de forma gradual, lo hace de forma muy variable. Los períodos de estancamiento se alternan con épocas de cambios rápidos: revolución, no evolución.

Esto se aplica a los cambios que los seres humanos crean, como los progresos en la sexualidad humana y los patrones de matrimonio, pero más aún a los cambios causados desde el exterior, como las epidemias.

Sin embargo, como dijo Hegel, “el búho de Minerva solo levanta el vuelo en el crepúsculo”. Discernimos el significado de la historia mucho después del evento.

Queda por ver si esta aceleración es positiva o negativa. Ciertamente, no es nueva. La tendencia al intervencionismo gubernamental ya era clara.

Los gobiernos, como Trump en los Estados Unidos o Johnson en el Reino Unido, habían reaccionado contra la globalización en favor de un programa económico neokeynesiano de estímulo, protección y bienestar.

Estos, combinados con los métodos autoritarios utilizados para frenar la pandemia, podrían crear una nueva constelación en los modelos políticos, lejos de la democracia liberal occidental.

Como ha señalado Byung-Chul Han, son las sociedades asiáticas las que han obtenido los mejores resultados al contener el virus, con su sentido tradicional de lo colectivo y el respeto por la autoridad.

Mucho depende de si estos acontecimientos se consagran de forma permanentemente o permanecen como medidas temporales.

El ‘estado de excepción’ y el ‘homo sacer’, conceptos de Giorgio Agamben, son relevantes aquí. En el derecho romano, se podía eliminar los derechos a ciertas clases de personas, haciendo sus vidas vulnerables.

Es el estado el que tiene el poder de definir tales casos y, por tanto, de promulgar un ‘estado de excepción’. El problema, para Agamben, es que esta ‘excepción’ temporal se normaliza con frecuencia.

Este es el peligro actual, aunque necesario. No nos corresponde la alegre ira de los eco-extremistas, que se regocijan en la desaparición de la humanidad, como precio de la autorregulación ecológica del planeta.

Tal vez esto solo puedan desearlo los anarquistas primitivos, como John Zerzan, para quien la civilización misma era un error fundamental.

(Traducido por Iris María Blanco Gabás – Email: irisbg7@gmail.com) Fotos: Pixabay

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