En los últimos dos meses el gobierno de Costa Rica aplicó la iniciativa de flexibilización, según comportamiento de la Covid-19- sin mucho éxito, pues los casos positivos crecieron exponencialmente. Su nueva propuesta busca un balance entre actividad productiva y medidas sanitarias.
Al 31 de agosto, sumaban 41.287 contagiados (lo que representa el 91,62% de todos los casos confirmados desde marzo anterior) y 436 fallecidos por Covid (96,33%), demostrando así que la pandemia presenta el peor comportamiento desde que llegó en marzo pasado.
Sin embargo y coincidiendo con la expansión del virus SARS-CoV-2 en el país, representantes de los sectores turismo, comercio y empresarial, así como propietarios de pequeños negocios como salones de belleza y gimnasios, entre otros, realizaron protestas casi diarias, incluso frente a la casa del presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado.
El objetivo: reapertura de las actividades y los negocios ante la grave situación económica, por el impacto de las estrictas medidas sanitarias para evitar la propagación del virus, pero sin éxito alguno, pues la estrategia de la flexibilización no bajó la curva de contagios.
Para complacer a quienes solicitan reabrir sus negocios y empresas, el Gobierno ideó ahora el modelo de gestión compartida Costa Rica trabaja y se cuida.
En este modelo la mayor responsabilidad para mantener el balance entre la salud y la economía recae en la labor de vigilancia de los gobiernos locales, es decir, las municipalidades (cantones).
La estrategia busca complementar y fortalecer los esfuerzos entre la empresa privada, el comercio y una fuerte gestión comunitaria, que permita reactivar la economía aplicando innovadoras medidas para prevenir el contagio por Covid-19.
Al presentar el nuevo modelo, cuya fase de transición comenzó el 31 de agosto y concluirá el 8 de septiembre y la segunda -reapertura controlada- que se iniciará el 9 de septiembre y terminará el 30 de este mes, el presidente tico señaló que ‘su éxito dependerá del respeto a las medidas sanitarias de cada una de las personas en el país’.
Apuntó Alvarado al anunciar el 26 de agosto el nuevo plan para atender la situación por la Covid-19, que busca a su vez dar un respiro económico a la población.
Esta estrategia, sostuvo, busca hacer prevención y atención regional para coordinar la aplicación de los protocolos y lineamientos a fin de evitar el contagio por Covid-19 en el país.
La propuesta preventiva persigue una mayor apertura económica en la medida que apliquen un estricto cumplimiento de protocolos sanitarios. De lo contrario el gobierno empleará medidas más fuertes para prevenir la transmisión del virus en cada región.
El modelo cuenta con una serie de ejes de acción que son el producto de sesiones de trabajo y propuestas de alcaldes y alcaldesas, para apoyar y reforzar las acciones desarrolladas por el Ministerio de Salud con vistas a identificar y contener los grupos de riesgo, previniendo así un aumento en el contagio por Covid-19.
En este septiembre persistirá la prohibición de realizar actividades de concentración masiva, así como permanecerán cerrados bares y casinos, entre otros.
En la primera fase, cada Comité Municipal de Emergencias evaluará el grado de implementación de acciones preventivas y fortalecerá aquellas tareas que encuentren débiles.
Al respecto, Marcela Guerrero, del Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM), ha indicado que esperan la iniciativa posibilite y refuerce el liderazgo de los gobiernos locales, y afiance un intercambio intermunicipal de buenas prácticas.
El trabajo articulado permitirá la implementación del modelo de gestión compartida por medio de varios ejes: reforzar las acciones y protocolos desarrollados por el Ministerio de Salud para identificar y contener los grupos de riesgo (previniendo así un aumento en el contagio por Covid-19) y labor de asistencia humanitaria en personas positivas o bien que tengan una orden sanitaria. (PL)
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