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Candidatos a Premio Internacional de Literatura

«Cursed bunny», cuentos de la autora coreana Bora Chung, no sorprenderá a los lectores familiarizados con las delicias de género del cine coreano.

 

Sean Sheehan

 

Los relatos mezclan elementos de cuento de hadas con lo diabólico, lo gótico y lo grotesco, y añaden a la mezcla las crueldades de la vida bajo el patriarcado y las relaciones sociales capitalistas. El comienzo del primer cuento, «La cabeza», es tan desconcertante como la frase inicial de «La metamorfosis» de Kafka:

Ella estaba a punto de tirar de la cadena.

«¿Madre?»

Miró hacia atrás. Había una cabeza saliendo del inodoro, llamándola.

«¿Madre?»

La mujer la miró por un momento. Luego, tiró de la cadena. La cabeza desapareció en un torrente de agua.

Salió del baño.

Ni que decir tiene -esto no es un adelanto- que la cabeza regresa. El segundo relato de la colección trata de una mujer que queda embarazada después de tomar unas pastillas, y esta vez es el final del cuento el que causa consternación en el lector.

«Snare», trata de un hombre que encuentra un zorro que sangra oro y de los extremos a los que llega para conservar la fuente de su riqueza. El cuento es una alegoría admonitoria sobre el tipo de egoísmo desagradable que personifica a los tories en Gran Bretaña y a sus dobles en otros países.

También está preseleccionado para el Premio Internacional Booker 2022 «Fenotipos«, del escritor brasileño Paulo Scott. Su febril estilo de escritura, muy diferente al de Chung, refleja la implacable determinación de su narrador, Federico, de oponerse al racismo nacido de la historia colonial de Brasil.

Participa en una comisión gubernamental que estudia las cuotas raciales en las universidades y la posibilidad de crear un software que identifique el color de la piel de una persona, promovido como acción afirmativa para hacer frente a la «jerarquía cromática» del país.

Federico pasa por blanco, a diferencia de su hermano Lourenço, que es de piel oscura, lo que refleja el hecho de que su madre es blanca y su padre negro (como el propio Scott).

La diferencia es superficial, pero en una sociedad en la que las cuestiones relacionadas con el color de la piel pueden ser tóxicamente divisivas, puede determinar las opciones de vida.

Ha contribuido a convertir a Federico en un hombre tan enfadado como su sobrina, Roberta; su detención por llevar una pistola, de la que Federico tiene cierta responsabilidad, se suma a la culpa que estropea su sentido del yo.

Las complejidades resultantes se comunican maravillosamente en las intrincadas frases de Scott -la traducción inglesa de Daniel Hahn ha sido elogiada por ser presumiblemente fiel al estilo de la prosa portuguesa- que transmiten las dificultades que acosan a Federico a nivel social, político y personal.

La primera página de la novela, por ejemplo, comienza con un simple enunciado que establece el escenario -Federico es llamado a participar en una reunión de la comisión-, pero la frase que sigue ocupa el resto de la página y continúa durante casi la mitad de la siguiente.

Es un tour de force verbal, que resume la genealogía de las complicaciones raciales de Brasil, y una puntuación impecable controla la urgencia de lo que se expone.

Cursed bunny”, de Bora Chung, es publicado por Honford Star.

Phenotypes”, de Paulo Scott, se publica en And Other Stories.

(Traducido por Monica del Pilar Uribe Marin)

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