Globo, Mundo, Política

La guerra de Ucrania en un mundo multipolar

Lo que empezó como una crisis en dos provincias ucranianas de habla rusa tiene hoy implicaciones globales. La influencia de EE.UU disminuye y surgen nuevos bloques de poder, y muchos países no imponen sanciones contra Rusia. Nuevos intereses económicos y políticos están creando historia en el mundo árabe y en todos los continentes.

 

Any Street, In Another City Of Ukraine. Foto de Daniel Arrhakis Flickr. Creative Commons License.

Graham Douglas

 

La guerra de Ucrania está cambiando la historia europea y las relaciones políticas mundiales. Todas las guerras tienen consecuencias imprevistas, que pueden incluir la resolución de injusticias que han sido «estables» durante décadas y la creación de otras nuevas.

El poder blando de Occidente está disminuyendo.

The Prisma habló con la profesora Catia Miriam Costa, del Centro de Estudios Internacionales de Lisboa, sobre las conmociones provocadas por la invasión rusa de Ucrania, y cómo incluso países tan lejanos como América Latina están ahora reajustando cuidadosamente sus políticas. Cree que Estados Unidos seguirá siendo la superpotencia mundial durante algún tiempo, pero tiene que lidiar con bloques de poder regionales que no existían hace ni 20 años, y la polaridad de la Guerra Fría entre países capitalistas y comunistas está obsoleta.

Por el momento, la crisis ha unido a los países europeos, pero no tienen una política de seguridad regional. Siguen dependiendo de Rusia para el gas, y las sanciones no interesan a muchos países de África o Asia. Los países ricos del mundo árabe se beneficiarán de la transición a las energías limpias, pero en muchos países del norte de África la pobreza y la desigualdad pueden verse agravadas por la pérdida de las exportaciones de cereales ucranianos.

Rusia Photo Marco Verch Flickr. Foto de Marco Verch / Flickr.
Creative Commons License.

¿Está la Unión Europea dividida entre Rusia y Estados Unidos?

Sí, los países de la UE han seguido las políticas de EE.UU., pero ahora tienen que desarrollar su propia política de seguridad. La guerra de Ucrania afecta más a la opinión pública, porque aunque Siria y Libia están en el Mediterráneo, no comparten frontera con los países de la UE.

La guerra ucraniana no fue una sorpresa: las relaciones de confrontación entre Rusia y EE UU ya habían aumentado tras la revolución de Maidan en 2014.  Necesitan a la UE como fuente de estabilidad entre ellos, pero no quieren que sea lo suficientemente fuerte como para actuar de forma independiente. La guerra ha acercado a los países de la UE, incluida su necesidad de diversificar el suministro de energía. ¿Y cómo de independiente es el Reino Unido después del Brexit? Sigue la política de seguridad que tenía antes con la UE y EEUU, y los países de la Commonwealth no pueden sustituir a la UE como su mayor mercado. Esto no anima a los miembros de la UE con economías más débiles a marcharse.

¿Hay lecciones del tratado de Versalles sobre lo que le ocurre a Europa cuando se imponen sanciones punitivas a un Estado?

El mundo es ahora multipolar, y Rusia no está siendo sancionada globalmente. Veo tres riesgos. En primer lugar, que el pueblo ruso sienta que las sanciones van dirigidas a él, porque las sanciones siempre perjudican a los más pobres, mientras que los oligarcas y los ricos encuentran formas de proteger su riqueza.

Esto puede llevar a una pérdida de interés en el diálogo con la UE y Estados Unidos.

En segundo lugar, Rusia siempre ha sido importante para Europa, debido a su posición entre ellos y Asia. Si Rusia pierde su integridad territorial por este conflicto, puede producir inestabilidad en las fronteras de Europa.

La población rusa no es mayoritariamente europea, pero sus élites siempre han estado intelectual y culturalmente próximas a Europa, por lo que pueden verse más dominadas por las corrientes culturales del este. Putin no garantiza la estabilidad, y hay muchos grupos en Rusia que se oponen a la guerra, pero hay un temor generalizado en Rusia sobre lo que realmente está ocurriendo en Ucrania. Y hay minorías rusas en muchos países que se sienten perseguidas a causa de las sanciones, otra consecuencia imprevista en la que hay que pensar.

Usted mencionó el deseo ruso de tener un acceso seguro a los mares de Azov y Negro. ¿Podría garantizarse esto con un resurgimiento del proyecto Intermarium de un grupo de Estados no alineados desde el Báltico hasta el Mar Negro?

Podría haber sido útil antes de la invasión, pero ahora parecería una alianza contra Rusia. Un acuerdo internacional sobre el acceso a los mares, como se acordó para el Ártico, podría haber sido útil antes de 2014, cuando comenzó esta crisis.

War Ukraine. Foto de Ministry of Defense of Ukranie / Flickr. Creative Commons License.

Durante la guerra de Irak, Estados Unidos alabó la «Nueva Europa» de Estados como Polonia y la República Checa, en contraste con la «Vieja Europa» del eje París-Berlín. ¿Siguen influyendo estas opiniones en la política estadounidense?

Estuve en la conferencia preparatoria de la Cumbre de la Democracia de 2021, en Vilna, y parecía que Estados Unidos comprendía mejor a los países bálticos que a Rusia, por lo que ésta es una de las principales razones por las que Rusia se muestra ahora más asertiva.

Vieron la actitud de EE.UU. como una amenaza para su área de influencia: pueden aceptar que Ucrania entre en la UE, pero no en la OTAN. La «Nueva Europa» era una forma de presentar a Francia y Alemania como los países más débiles, y creo que Estados Unidos no ha cambiado esta visión.

Estados Unidos tenía un grandioso «Proyecto para el Nuevo Siglo Americano». ¿Ha cambiado eso?

Sí, ahora hay una guerra comercial y tecnológica con China, y después de que EE.UU. decidiera «inclinarse» hacia la región Indo-Pacífica su influencia en Asia central ha sido tomada por potencias regionales. Puede que EE.UU. siga siendo una superpotencia durante otra década, pero China ya tiene más influencia en Asia Central que en el sudeste asiático. Muchos países africanos y latinoamericanos no están alineados con Estados Unidos respecto a Ucrania. Es interesante que el presidente Boric en Chile, aunque ahora sigue las políticas de Allende, también condenó la invasión rusa de Ucrania, porque Chile sabe que las políticas no alineadas de Allende llevaron a que EE.UU. apoyara el golpe de Estado en 1973.

Chile, Brasil y Argentina están muy lejos de Ucrania, pero los antecedentes históricos y sus otros intereses rigen sus políticas exteriores. Sudáfrica e India también son reacios a criticar a Rusia a pesar de las presiones de Estados Unidos y la UE o el Reino Unido.

Los pueblos árabes, tanto en los países ricos como en los pobres, han vivido durante mucho tiempo bajo regímenes autoritarios debido al deseo de Estados Unidos de controlar el suministro energético mundial. ¿Podría la crisis actual, que afecta al suministro de cereales en Ucrania, provocar otra Primavera Árabe?

Tendrá un impacto, pero los países árabes son vistos ahora como socios. Se supone que el gas es la energía limpia de transición para el siglo XXI, y Qatar y Rusia son los mayores proveedores. Pero los países del desierto también tienen abundante energía solar, así que pueden seguir suministrando energía limpia, porque sus propias necesidades son mucho menores que las de los países industrializados. Y ahora pueden elegir sus socios comerciales.

Me sorprendió, cuando recibía datos de una conferencia de defensa en Rusia, ver que en el panel había representantes de Qatar, Irán, Arabia Saudí y los Estados emiratíes, porque esto significa que cada uno de ellos tiene su propia política exterior: pueden ir a conferencias de defensa en Estados Unidos, elegir cómo o si quieren alinearse con otras potencias.

Estos países -aparte de Irán- tienen gobiernos fuertes y están adoptando formas occidentales para formar parte de los negocios internacionales, pero conservando su cultura tradicional. En una conferencia en Riad, no tuve que ponerme la jelaba, pero si iba al restaurante del hotel con ropa occidental la gente me miraba. El cambio es muy lento en materia de derechos humanos; es posible que estos gobiernos esperen que si la gente tiene una vida cómoda, no exigirá un cambio político.

Conocí a mujeres que habían estudiado en universidades de Estados Unidos, Alemania o Reino Unido, pero cuando volvieron a Arabia Saudí se vestían y se comportaban como las mujeres saudíes, su educación no ha cambiado mucho.

En Marruecos las mujeres pueden vestirse como quieran y no están confinadas en el hogar, pero el poder político está concentrado en el rey, y hay una enorme desigualdad en el país.

Muchos países del norte de África se encuentran en situaciones muy frágiles, ya sea por la guerra como en Siria y Libia o por problemas económicos como Túnez, y la guerra de Ucrania puede empeorar esta situación.

Asumimos que nuestra visión de los derechos humanos es universal, pero otras culturas no los ven de la misma manera, el poder blando de Occidente se está debilitando porque ahora somos menos admirados.

(Traducido por Mónica del Pilar Uribe Marín) – Fotos: Pixabay

Share it / Compartir:

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*