Globo, Reino Unido

Piccadilly Circus en la cultura popular

Las modernas edificaciones, las tiendas con escaparates llamativos o las pantallas publicitarias eléctricas, hacen que cueste creer que la famosa plaza fue construida en 1819 para conectar Regent Street con la calle principal de compras: Piccadilly.

 

Texto y fotos de Virginia Moreno Molina

 

Gente de diferentes razas, oficios, edades, ocupaciones y condiciones, tienen en su estancia – permanente o temporal en Londres, algo en común: su recorrido por la famosa plaza.

Portugal Street fue su primer nombre hasta el siglo XVII, cuando un famoso sastre llamado Robert Baker, ganó una gran fortuna vendiendo piccadillies, un tipo de cuello de ropa muy popular en ese siglo. Construyó una gran casa y pronto se empezó a conocer como Piccadilly Hall.

En un principio, la plaza tenía forma circular, de ahí el compuesto del nombre «Circus». Pero con la construcción de Shaftesbury Avenue en 1886, se pierde su aspecto inicial.

La estación de Piccadilly, que tiene salidas en cada uno de los lados del lugar, es por sí misma un edificio destacado, ya que es una de las pocas terminales completamente subterránea y sin ninguna construcción asociada.

Salir de esta estación es toda una odisea: empujones para salir, esperas para pasar la tarjeta y escaleras tan colapsadas que apenas se pueden subir.

Claro, es mediodía, y aunque no es hora punta para los turistas, el bullicio también es inevitable e incesante como ocurre en ciertas áreas de Londres.

La primera vista se posa en las enormes vallas publicitarias que, incluso estando a plena luz del día, resultan extremadamente llamativas por su iluminación.

Cuando aparecieron en las fachadas los primeros anuncios en 1908, las cosas eran distintas. Precisamente porque la mayoría de ellos se concentraban en el famoso London Pavillion. Actualmente, la mayoría de ellos se concentran en la famosa esquina al lado de Shaftesbury Avenue.

El atractivo luminoso, hace que las personas de diversas culturas posen para la famosa escena que adorna miles de postales turísticas. Asimismo, varios artistas callejeros dan lo mejor de ellos para impresionar a un público exigente.

Justo en la calle de al lado, lo que fuera el histórico London Pavillion construido en 1859, hoy es un centro comercial. Allí es donde la sociedad de consumo satisface sus necesidades.

Al comienzo este edificio fue un music hall, pasando por una sala de cine y finalmente lo que es ahora: un lugar de compras.

En el 2000 se fusionó con el vecino Trocadero Centre y hoy en día es lo que se llama London Trocadero.

En medio de esta historia, se alza uno de los grandes casinos, más propio de Leicester Square, que rompe con la línea de edificios y los tipos de locales que se encuentran. Cerrado hasta nuevo aviso, nadie se para a mirarlo, hay tanta gente en una misma acera que no hay tiempo que perder en un local con reformas. Las calles están repletas de tráfico, y entre ellos se encuentran los pedicaps, una alternativa ecológica al transporte público. Se trata de esa bicicleta- taxi que se ve en todas partes llevando a turistas o londinenses hacia diferentes puntos turísticos. Esta práctica se ha vuelto cada vez más famosa y apetecible para los visitantes de la ciudad.

Después de un largo día de paseo, atrae la idea de montarse en una de esas bicicletas y dejarse llevar sin preocupaciones. Sin embargo, no es posible ir a ‘cualquier parte’ pues su circulación está delimitada.

Threateland

El frenético tránsito en la plaza es inevitable, ya que en ella se encuentra el lugar donde fluyen las numerosas salas de teatro con muchas de las obras más famosas.

Tal es el caso del Sondheim Theatre (que abrió como the Queens Theatr en 1907)  con Les Miserables, donde la obra se lleva representando desde hace más de 35 años y los actores han ido cambiando de generación en generación.

Otro escenario interesante es el famoso Criterion Theatre, en la cara sur de la plaza. Todo el teatro es subterráneo y alberga una capacidad de 600 asientos. Se construyó en 1874, y aunque la idea original era convertirlo en una sala de concierto, acabó por albergar numerosas obras famosas como The Complete Works of William Shakespeare. Desde 2006 la función principal es The 39 steps.

En medio de todo el frenesí, se observan personas con trajes y maletines que toman diferentes destinos y que no se detienen ni un segundo para responder a unas preguntas. Estas prisas contrastan con los rostros relajados de los turistas, que con solo preguntarles sobre su estancia, manifiestan estar cautivados por Londres.

¿Anteros o Eros?

En el costado suroeste del Circus, movida desde su posición central original, se encuentra la Shaftesbury Memorial Fountain, realizada en 1893 para conmemorar los trabajos filantrópicos de Lord Shaftesbury.

La estatua (construida por Alfred Gilbert) que se erige en la fuente fue la primera en ser hecha en aluminio y representa la imagen de Anteros, Dios del Amor desinteresado. Algo que muchos desconocen ya que la mayoría piensa que simplemente es Eros.

Hoy en día es el punto de encuentro de los miles de turistas que pasan por allí. Es el sitio donde la gente se sienta a leer, donde comen en sus horas de descanso o simplemente reposan después de un día de turismo. Muchos intentan hacerse la foto de rigor con la misión imposible de no aparecer con gente alrededor.

En ese lugar también duermen los ‘sin techo’ en verano o donde otros se toman los últimos tragos después de salir de los pubs de los alrededores. Donde la gente espera a que su acompañante termine las compras en Lyllywhites o donde los skaters y ciclistas pasan sin frenos y obligan a apartarse a más de un transeúnte.

Originalmente, la figura estaba en el centro y apuntaba con su arco al norte, hacia Shaftesbury Avenue. Pero, después de los cambios que se hizo a la plaza, su arco fue corregido para señalar hacia el sur, Lower Regent Street.

Lugares con historia

Justo en una esquina de la plaza se sitúa una de las tantas fuentes que adorna Londres. Pero en este caso, la mayoría de la gente no repara en ella5, pocos se paran a leer que está dedicada a la organización Disabled Living Foundation que se creó en 1969. Muchos se sientan a comer un sandwich y otros simplemente se apoyan esperando que el semáforo se ponga en verde.

La calle que alberga esa fuente, es una de las cuatro avenidas londinenses más importantes que tienen conexión con Piccadilly Circus. Todas ellas compuestas por tiendas de ropa, cafeterías, restaurantes italianos, franquicias de comida rápida y tiendas de souvenirs que se aglomeran en las calles principales.

Pero también existen tiendas con historia, aquellas que se han mantenido a lo largo de los años. En la propia plaza está Lillywhites que fue movida a su lugar actual en 1925.

Un lugar muy importante para los amantes de la música era la antigua Tower Records, donde acudían en busca de rarezas que no se podían encontrar en ninguna otra parte. Más tarde fue adquirida por Virgin Store y ahora está repleta de cafeterías donde las mesas se llenan de cafés y aperitivos para los clientes.

Otro es el caso de la librería Waterstones, la más grande de Europa que además, es uno de los edificios admirados en la arquitectura londinense.

Y a tan solo unas calles de esto, a través de la Shaftesbury Avenue, se puede observar una fusión y un contraste de  (Fotos: Pixabay)

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