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Una verdad en las sombras: El asesinato de Dom Phillips y Bruno Pereira

Bruno Pereira, un experto brasileño en tribus aisladas, y Dom Phillips, un periodista británico de renombre, desaparecieron en una zona remota de la selva amazónica el pasado 5 de junio. Fueron brutalmente asesinados en el Amazonas después de recibir amenazas de muerte. Una Entrevista con el suegro de Bruno, el indigenista Kleber Gesteira Matos.

 

Sara Vivacqua

 

Los sospechosos, que confesaron el crimen y condujeron a la policía hasta sus restos, pertenecen a una organización criminal que opera en esta región del Amazonas.

Bruno (Univaja) entregó poco antes de su muerte un dossier a la Policía Federal y al Ministerio Público de Brasil en el que se documentaban los nombres, las acciones delictivas y el modus operandi de varias organizaciones criminales. La policía brasileña, que sólo inició un modesto esfuerzo de búsqueda 48 horas después de su desaparición, descartó la existencia de otros sospechosos de ordenar el crimen.

El suegro de Bruno Pereira, Kleber Gesteira Matos, también experto indígena y uno de los mayores nombres del sector en Brasil, habló de manera larga y emotiva en esta entrevista exclusiva, sobre la trágica muerte de su yerno y del periodista británico Dom Phillips, del amor por la Amazonia y los pueblos indígenas.

Matos fue coordinador de Educación Escolar Indígena en el MEC y se encargó de la formación de profesores, la elaboración de material didáctico específico y la construcción de escuelas en tierras indígenas

¿Cómo se enamoró Bruno de la Amazonia y de los pueblos indígenas?

Cuando era estudiante en Recife, Bruno fue a Balbina, uno de los mayores desastres medioambientales del gobierno brasileño, una central hidroeléctrica construida por Eletronorte en el Amazonas que inundó tierras indígenas y devastó el ecosistema local.

Allí trabajó un tiempo en botánica y entró en contacto con los Waimiri Atroari, un grupo muy valiente que vive en la región entre Manaos y Boa Vista, y a quienes la Fiscalía Federal demanda al Estado brasileño por su genocidio. Su territorio quedó parcialmente inundado por la represa.

Bruno fue a Manaos y aprobó los exámenes de la FUNAI (Fundación Nacional del Indio) y fue al suroeste de Amazonas. En esta región hay dos escenarios muy diferentes: uno es el escenario ticuna, muchas aldeas en tierras minúsculas con una población de un solo grupo étnico. Recientemente, algunos de ellos han empezado a llamarse Kokama. El otro escenarios es el de Vale do Javari.

Como Bruno se interesó por la población de bajo contacto, trabajó como coordinador general de la FUNAI en la región y luego pasó a Vale do Javari, donde se convirtió en coordinador general de los pueblos libres, o pueblos independientes. Esta es su trayectoria, siempre en busca de la Amazonia. Y llegó a trabajar en una de las áreas más profundas de la Amazonia, que es la población sin contacto o con poco contacto.

¿Puede hablarnos del trabajo que realizaba en la región donde murió?

Bruno es un hombre con muchas facetas. Un talento especial que tiene, y en el que se desempeñó mucho, fue el de articular la cobertura de la comunicación de masas y los periodistas. Reconociendo la importancia histórica, estratégica y humana de los pueblos aislados, con pocos miembros que forman un grupo étnico, empezó a invitar a varios periodistas, entre ellos DomPhillips, a conocer la realidad del Valle. Una faceta de su trabajo es la comunicación social. Incluso movilizó a Sebastião Salgado. Entendió que la comunicación era esencial para la seguridad de estos pueblos y la preservación de sus formas de vida. Bruno resolvió varios conflictos entre las etnias Javari, conflictos entre dos pueblos, los Matis y los Korubo. Consiguió desarmar a los matis, que tenían armas de fuego y crear un diálogo entre estos dos grupos. Es un líder, no era sólo un empleado diligente. Tenía una gran capacidad de liderazgo y articulación, y la aplicó al máximo.

Tenía un liderazgo y un carisma que era independiente del cargo que ocupaba. Tanto es así que fue destituido de la FUNAI, pero él continuó el trabajo que ya venía desarrollando como funcionario brasileño.

¿Cómo manejaba Bruno esa parte de su vida con su vida familiar?

Al entrar en un territorio repleto de traficantes y criminales, Bruno comenzó a realizar un trabajo también muy importante para el Estado brasileño y que aún no ha sido reconocido. Bruno prestó un enorme servicio a la Policía Federal, al sistema de seguridad de Amazonas y al propio Ejército, al señalar las regiones donde había más peligro de tráfico, los personajes y las situaciones en las que los indios se veían involucrados por los traficantes. Y luego sobre las relaciones inusuales para los agentes de seguridad brasileños de la caza, la pesca y el tráfico, la minería ilegal, etc. Era un trabajo delicado que pasaba de jugar con los hijos de los indios a enfrentarse a los traficantes. Bruno era también un buen profesor. Bruno creó un proyecto para formar a jóvenes líderes indígenas para vigilar y proteger el territorio contra las invasiones, por ejemplo, documentándolas con drones e imágenes de satélite. Esto no es algo fácil de hacer. Tuve el privilegio de conocerlo íntimamente, él jugando con sus hijos, cultivando sus plantas. Tengo una enorme colección de pequeñas plantas y flores cultivadas por Bruno.

¿Sabía Bruno quién le amenazaba?

Bruno era un tipo valiente, no es que fuera irresponsable, pero era muy difícil intimidarlo. No tengo los detalles del conocimiento que tenía sobre estos actores, pero lo que sí sé es que pudo entregar un dossier a la Policía Federal y al Ministerio Público, identificando también los problemas de seguridad en Vale do Javari. Tenía información sobre los distintos riesgos de confrontación y los enumeró en el dossier. Conocía bien la región y a los habitantes de cada comunidad.

Cuando se viaja por el Amazonas, se depende de las comunidades ribereñas para desplazarse.

Bruno las conocía a todas y difería mucho de lo que hacían, por ejemplo, pescar con redes o dinamitar los ríos. Muchos de ellos tienen contacto con los narcotraficantes. Un habitante de una choza en una comunidad como ésta se convierte en un representante de los narcotraficantes de la región.

¿La Policía Federal y el Ministerio Público han tomado medidas en relación con este expediente?

No sé qué está pasando con la Policía Federal, que ha actuado de forma muy diferente en este gobierno que en el anterior de Temer. Hay una desarticulación total. Para que te hagas una idea, en el episodio de la desaparición, los indios empezaron a buscar a Bruno el domingo a la 1 de la madrugada y la Policía Federal sólo llegó el miércoles. A esa velocidad no se puede detener a mucha gente.
Yo sabía que Bruno estaba muerto por el simple hecho de que Bruno conocía muy bien la zona. Bruno no se habría perdido en todo este tiempo. Aprendió de los indios y de su inteligencia y capacidad de observación cómo moverse en las tierras altas, bajas, húmedas, secas… Nunca tuve ese conocimiento en años. No habría estado perdido más de media hora. Supongo que fue alcanzado por los disparos. Bruno es muy alto y fuerte, en una pelea podría ganar, si no usa un arma de fuego, no podrían derribarlo fácilmente. El presidente fue cínico al decir que fue culpa del sicario.

*Sara Vivacqua, Lawyers for Assange, colaboradora del diario brasilero Diario do Centro do Mundo.

(Traducido por Monica del Pilar Uribe Marin) – Todas las fotos han sido suministradas a The Prisma por Sara Vivacqua y autorizadas por ella para su libre publicación.

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